Este viernes, Banco de México mantuvo sin cambios su tasa de política monetaria en 4.0%. La decisión se basó en los siguientes factores: 1) la inflación se ha incrementado recientemente, no obstante este repunte se considera transitorio, mi entras que la inflación subyacente se mantiene alrededor de 3.0% . De esta forma no se espera ningún efecto de segunda ronda; y 2) la actividad económica se mantiene como el principal foco de atención, sobre todo ante la posibilidad de una intensificación en la desaceleración reciente en EE.UU., mientras que su vez se espera que la política fiscal de México esté acorde con la convergencia de la inflación hacia el objetivo (en otras palabras, un presupuesto público equilibrado).
El comunicado de Banxico argumenta a favor de una pausa monetaria, pero enfatizando los riesgos a la baja de la actividad económica y su brayando nuevamente la evolución de la postura monetaria de México en relación con la de otros países. Estos argumentos se asemejan a los señalados en el comunicado de septiembre de 2012, después de que la inflación alcanzó un 4.6%.
Al parecer, Banxico está comunicando al mercado los factores que podrían motivar un relajamiento en su postura monetaria. Eso es, un escenario en el que la inflación general se ubique por debajo de 4.0%- con un componente
subyacente cercano al 3.0%- y una significativa caída de la actividad económica en EE.UU. durante el segundo semestre del año, lo que podría ocasionar más relajamiento monetario en todo el mundo.