El viernes de la próxima semana Banxico dará a conocer su decisión de política monetaria. La decisión se enmarca en un entorno externo caracterizado por la volatilidad de los mercados financieros derivada de la crisis de deuda en Europa y de datos de empleo y actividad por debajo de lo esperado en EEUU, los cuales se han reflejado en una depreciación del peso contra el dólar de 9.5% durante el mes de mayo. En el plano doméstico, la actividad se mantiene resistente y la inflación registra un repunte. El crecimiento del PIB del primer trimestre resultó por encima de lo esperado (1.3% vs 0.8% t/t), mientras que la inflación se situó en 3.7 por ciento en la primera quincena de mayo, luego de que el descenso de la inflación no subyacente fuera menor al esperado y la inflación subyacente registrara un ligero repunte.
En este entorno, esperamos que Banxico mantenga la pausa monetaria y mantenga su tono neutral. En particular, consideramos que Banxico enfatizará la existencia de importantes riesgos a la baja derivados del sistema financiero
europeo y de problemas estructurales de la economía de EEUU, la cual mantendrá sus condiciones de holgura. En materia de actividad doméstica e inflación no esperamos cambios de consideración en los balances de riesgos, mientras que, dada la reciente depreciación del tipo de cambio es posible que se reitere, al igual que en los comunicados del último trimestre de 2011, la idea de que los fundamentales de la economía anclan la cotización del tipo de cambio.
En suma, esperamos que Banxico mantenga la pausa monetaria y mantenga un tono neutral ante la volatilidad del entorno internacional. No obstante, reiteramos que la posibilidad de un recorte se incrementa en caso de que la actividad doméstica se deteriore, lo que podría ocurrir de consolidarse la tendencia de los datos observados en materia de actividad y empleo en EEUU.