El Presidente de la Fed, Ben Bernanke, con un mensaje muy austero y en parte escéptico respecto al futuro de la economía norteamericana, prácticamente dejó sin movimientos a las divisas, en una semana que parecía ser más que favorable al dólar.
La ausencia de referencia macro importantes hizo que las monedas principales apenas se muevan durante varias horas, situación que también se presenta durante la sesión europea del viernes.
La novedad más relevante viene de la mano de China, que anunció la remoción de ciertos costos en los préstamos, que en síntesis, favorecieron al dólar australiano, que se ve recuperado en estos momentos. Australia tiene en China a su principal socio comercial, y los fundamentales del gigante asiático impactan más que nunca en el alicaído aussie.
El euro, en este contexto, encontró una zona confortable en 1,31, sin una dirección clara de corto plazo; la libra Esterlina por encima de 1,52, y con tendencia alcista algo más marcada, en tanto el yen se mueve por encima de las 100 unidades ante el dólar, con el cruce en tendencia alcista de largo plazo y lateral en el corto plazo.
Poco se puede esperar de la reunión de ministros de finanzas del G20, preparatoria de la reunión de líderes del grupo, prevista para septiembre, en Moscú. Este tipo de encuentros suelen ser muestras de buena voluntad y anuncios tan amplios como difusos, que no generan más que títulos en los períódicos, pero poco que hacer en las divisas, tema que nos ocupa.
De modo que, pasado el mediodía de Nueva York, no será una jornada para el recuerdo, aunque, como siempre, el inicio de la sesión americana dará lugar a buenas oportunidades de negocio.