El presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, mantendrá la incertidumbre de los mercados sobre el momento de una nueva eventual ronda de compras de bonos cuando hable el viernes en Jackson Hole, aunque probablemente sostenga las expectativas de que habrá algún tipo de acción el próximo mes.
Bernanke se presentará ante sus colegas en el retiro anual para banqueros centrales que organiza la Fed de Kansas City, en el estado de Wyoming, a las 14.00 GMT.
Los mercados están atentos al discurso para tener indicios sobre si la Fed desatará una tercera ronda de compras de bonos para favorecer a una economía que se frena.
Los responsables están frustrados por la falta de avances en la reducción de una tasa de desempleo que no baja del 8 por ciento y temen que alguna perturbación externa pueda hundir a la economía en la recesión.
Pero los analistas dudan que Bernanke, que prefiere no adelantarse al comité monetario del banco central, vaya a ser muy claro sobre los planes del organismo antes de su encuentro formal del 12 y 13 de septiembre.
Este es uno de los dos encuentros que quedan hasta las elecciones estadounidenses del 6 de noviembre, asegurando que cualquier medida de la Fed estará sujeta a una intensa vigilancia política durante una ajustada carrera presidencial en la que la salud de la economía será determinante.
“No tengo mucha confianza en que vaya a haber algún indicio grande sobre la dirección de la política”, dijo Tim Duy, un profesor de economía de la Universidad de Oregon, que sigue de cerca lo que hace la Fed. “Ya tuvimos muchas palabras de esto. No parece que le guste dar muchos indicios por adelantado”.
Las minutas del último encuentro de la Fed, del 31 de julio al 1 de agosto, dejaron en claro que los funcionarios se inclinan a un alivio de la política monetaria nuevamente, a menos que haya una mejora sustancial de la economía.
Bernanke probablemente dirá algo en esa línea en sus comentarios para Jackson Hole, y detallará qué herramientas podría usar la Fed.
OPCIONES
Las minutas divulgadas la semana pasada ya mencionaron las alternativas, como la posibilidad de extender la meta del tiempo durante el cual las tasas de interés largas probablemente seguirán “excepcionalmente bajas”.
La Fed recortó el costo del financiamiento referencial casi al cero por ciento a fines del 2008 y compró bonos gubernamentales y relacionados con hipotecas por 2,3 billones de dólares, en dos oleadas de la llamada flexibilización cuantitativa, o QE por sus siglas en inglés.
Los funcionarios del banco central han dicho que prevén mantener sin cambios las tasas al menos hasta fines del 2014 pero muchos analistas creen que la Fed extenderá esa fecha el próximo mes, hasta el 2015.
Las actas también reflejaron que los funcionarios de la Fed confían en que nuevas compras de bonos ayudarían a apuntalar la recuperación, y anticiparon el potencial de un enfoque más condicional y flexible, que podría estar hecho a medida del desempeño económico futuro, en lugar de anunciar por adelantado una suma fija.
Aparte, también se prevé que Bernanke aborde las señales que dio la economía estadounidense en las últimas semanas.
Los datos desde el último encuentro de la Fed han resultado algo mejores de lo esperado pero no alcanzaron el tipo de repunte claro que, según las minutas, sería necesario para hacer que los funcionarios no tomen más medidas.
El viernes, un sondeo de Reuters entre economistas estimó la probabilidad de un tercer tramo de compras de bonos, la QE3, en la reunión de septiembre, en 45 por ciento. Pero la gran mayoría de los encuestados creen que la Fed extenderá su orientación sobre la duración de las tasas ultrabajas.
Cuando los funcionarios de la Fed se vean en septiembre, habrán pasado algunos momentos importantes que podrían impactar en su decisión.
Se espera que el Banco Central Europeo plantee qué está dispuesto a hacer para apuntalar a las economías de la zona euro en problemas en una reunión del 6 de septiembre, lo que podría dar un impulso a los mercados financieros globales.
El día siguiente, Estados Unidos da a conocer su reporte mensual del mercado laboral para agosto. Los funcionarios de la Fed desearán ver si se sostuvo la aceleración de la creación de empleos de julio.
En 2010, Bernanke usó el encuentro anual de Jackson Hole para indicar la realización de la QE2 y algunos inversores esperan que hará lo mismo este año.
Pero esa vez fue una excepción, no la norma, y los mercados podrían llevarse una decepción.
“El historial sugiere que ese no es el sitio para anuncios grandes”, dijo un economista de JPMorgan, Michael Feroli.