En los últimos años, las monedas digitales y el oro se han convertido en decentes barómetros del interés especulativo de los inversores. Tal cosa no sorprende, dada la evolución del mercado hacia un "casino " tras la pandemia, en el que los comerciantes minoristas han aumentado su interés especulativo entre otros asuntos por cómo comprar criptomonedas.
"Esto no es sorprendente, dado que los inversores minoristas suelen ser víctimas del comportamiento psicológico del FOMO, el "miedo a perderse algo".
El siguiente gráfico muestra el "índice del dinero tonto" frente al S&P 500. Una vez más, los inversores minoristas están posicionados muy en largo en las acciones en relación con los actores institucionales a los que se atribuye ser el "dinero inteligente".
"La diferencia entre los inversores "inteligentes" y los del "dinero tonto" muestra que, la mayoría de las veces, el "dinero tonto" invierte cerca de máximos del mercado y vende cerca de mínimos".
Ese entusiasmo ha aumentado bruscamente desde el pasado noviembre, cuando las acciones se dispararon con la esperanza de que la Reserva Federal recortara los tipos de interés. Como señala Sentiment Trader
"En las últimas 18 semanas, el rally alcista nos ha llevado a una coyuntura interesante en el Ciclo de Confianza. Durante las últimas semanas, el S&P 500 ha demostrado una elevada correlación positiva con la parte de 'Entusiasmo' del ciclo y una correlación altamente negativa con la fase de 'Pánico'."
Este frenesí por perseguir a los mercados, impulsado por el sesgo psicológico del "miedo a perderse algo", ha calado en todo el mercado. Como se señala en este artículo
"Desde entonces, todo el mercado se ha disparado al alza tras el informe de resultados de Nvidia de la semana pasada. La razón por la que digo "esto es una locura" es la suposición de que todas las empresas iban a aumentar sus beneficios e ingresos al ritmo de Nvidia (NASDAQ:NVDA).
Hay pocas dudas sobre las tasas de crecimiento de los beneficios e ingresos de Nvidia. Sin embargo, mantener ese ritmo de crecimiento indefinidamente, sobre todo a 32x el precio de las ventas, significa que otras como AMD y Intel deben perder cuota de mercado".
Por supuesto, no se trata sólo de un frenesí especulativo en los mercados de valores, en concreto de todo lo relacionado con la inteligencia artificial, sino que esa exuberancia se ha desbordado hacia el oro y las criptomonedas.
De tal palo…
Hay un par de maneras de medir la exuberancia en los activos. Mientras que las medidas de confianza examinan el mercado en general, los indicadores técnicos pueden reflejar la exuberancia en niveles de activos individuales. Sin embargo, antes de pasar a los gráficos, necesitamos una breve explicación de estadística, en concreto, de la desviación típica.
Como comenté en mi análisis "Revisando las 10 reglas de inversión de Bob Farrell":
"Como una goma elástica que se ha estirado demasiado, debe relajarse para poder volver a estirarse. Esto es exactamente lo mismo para los precios de las acciones que están anclados a sus medias móviles.
Las tendencias que se estiran demasiado en una u otra dirección siempre vuelven a su media a largo plazo. Incluso durante una fuerte tendencia alcista o bajista, los precios suelen retroceder (volver) a una media móvil a largo plazo".
La idea de estirar la banda elástica se puede medir de varias maneras, pero limitaré nuestra discusión de esta semana a la Desviación Estándar y la medición de la desviación con "Bandas de Bollinger".
"Desviación Estándar" se define como:
"Una medida de la dispersión de un conjunto de datos con respecto a su media. Cuanto más separados estén los datos, mayor será la desviación. La desviación típica se calcula como la raíz cuadrada de la varianza".
En lenguaje llano, esto significa que cuanto más lejos de la media se produzca un suceso, más improbable será.
Como se muestra a continuación, de cada 1000 sucesos, sólo tres quedarán fuera del área de 3 desviaciones estándar. El 95,4% de las veces, los acontecimientos se producirán dentro de las dos desviaciones estándar.
Una segunda medida de la exuberancia" es la fuerza relativa.
"En el análisis técnico, el índice de fuerza relativa (RSI) es un indicador de impulso que mide la magnitud de los últimos cambios en los precios para evaluar las condiciones de sobrecompra o sobreventa del precio de unas acciones u otro activo. El RSI se muestra como un oscilador (un gráfico lineal que se mueve entre dos extremos) y puede leerse de 0 a 100.
La interpretación y el uso tradicionales del RSI indican que los valores de 70 o más indican que un valor está sobrecomprado o sobrevalorado y puede ir camino de un cambio de tendencia o un retroceso correctivo del precio. Una lectura del RSI de 30 o menos indica una situación de sobreventa o infravaloración". - Investopedia
Con estas dos medidas, echemos un vistazo a Nvidia, el paradigma de la negociación especulativa por impulso en los mercados. Nvidia cotiza más de 3 desviaciones estándar por encima de su media móvil y su RSI es de 81.
La última vez que esto ocurrió fue en julio de 2023, cuando Nvidia consolidó y corrigió los precios hasta noviembre.
Curiosamente, el oro también cotiza bien en el territorio de tres desviaciones estándar con una lectura del RSI de 75. Dado que se supone que el oro es un activo de refugio o sin riesgo, se está viendo arrastrado por la actual exuberancia del mercado.
Lo mismo ocurre con las divisas digitales. Dada la reciente aprobación de los fondos cotizados (ETF) de Bitcoin al contado, el pánico por comprar Bitcoin ha impulsado el precio al territorio de las tres desviaciones estándar, con un RSI de 73.
En otras palabras, el frenesí bursátil por "comprar cualquier cosa que suba" se ha extendido desde un puñado de valores relacionados con la inteligencia artificial hasta el oro y las divisas digitales.
Todo es relativo
Podemos ver la correlación entre la exuberancia bursátil y el oro y las divisas digitales, que han subido desde 2015 pero se aceleraron tras el frenesí bursátil postpandemia y alimentado por los estímulos. Dado que el mercado, el oro y las criptomonedas, o el Bitcoin a nuestros efectos, tienen precios dispares, hemos recalculado el rendimiento en 100 en 2015.
Se suponía que el oro era una cobertura contra la inflación. Sin embargo, en 2022, los precios del oro cayeron a medida que el mercado bajaba y la inflación se disparaba hasta el 9%. Sin embargo, a medida que la inflación ha ido cayendo y el mercado de valores subiendo, también lo ha hecho el oro.
En particular, desde 2015, el oro y el mercado se han movido en un patrón más correlacionado, lo que ha reducido el efecto de cobertura del oro en las carteras. En otras palabras, durante el posterior declive del mercado, el oro probablemente seguirá a la baja a las acciones, dejando de proporcionar su estatus de "preservación de la riqueza " para los inversores.
Lo mismo ocurre con las criptomonedas. El Bitcoin es mucho más volátil que el oro y tiende a fluctuar con el mercado en general. Cuando aumenta la confianza en el S&P 500, el Bitcoin y otras criptomonedas siguen su ejemplo a medida que aumenta el interés especulativo.
Lamentablemente, para los particulares que vuelven a apostar por el Bitcoin para aprovechar la subida de los precios, si el mercado corrige su rumbo —o cuando lo haga—, la caída de las criptomonedas probablemente superará con creces la caída de las acciones basada en el mercado. Ése es de hecho el caso, ya que Wall Street ahora puede vender en corto los ETF de Bitcoin al contado, creando una presión de venta adicional sobre el Bitcoin.
Por si fuera poco, aquí está la relación del Bitcoin con respecto al oro.
No es una recomendación
Hay muchas narrativas en torno a los mercados, la moneda digital y el oro. Sin embargo, en el mercado actual, más que en años anteriores, todos los activos se están viendo arrastrados por el frenesí que alimenta a los inversores.
Sin duda, esta vez podría ser diferente. Sólo estoy haciendo una observación y no una recomendación de inversión.
Sin embargo, desde el punto de vista de la gestión de carteras, probablemente merezca la pena permanecer atentos al riesgo correlacionado entre ambas clases de activos. Si algún acontecimiento provoca una reversión de la exuberancia alcista, el efectivo y los bonos pueden ser el único lugar donde esconderse.
