Culpados en parte de la mayor caída de precios de las tres últimas décadas y esperando que caiga sobre ellos la ira de los saudís y los rusos, los perforadores de petróleo de esquisto de Estados Unidos vuelven a presentarse como referentes notorios de la sobreproducción de petróleo.
Sin embargo, las plataformas petrolíferas de Estados Unidos, indicadores fiables de la producción, incluso con retraso han descendido en 152, o un 18% interanual. Esto significa que, aunque la producción de crudo de Estados Unidos registrara máximos históricos de 13,1 millones de barriles al día a finales de febrero, el sector estaba trabajando para reducir la producción.
Por supuesto, los perforadores de petróleo de esquisto no siempre han sido los que mejor se han comportado.
Culpables en su día de su autodestrucción
Muchos fueron culpables de su autodestrucción a mediados de la última década, cuando bombearon como si no hubiera un mañana. En el apogeo de la indiscreción del sector en octubre de 2014, había 1.609 plataformas en funcionamiento. Eso hizo que los precios del crudo estadounidense se apartaran de máximos de 100 dólares por barril hasta situarse en 26 dólares, desatando más de 100 quiebras de empresas de petróleo de esquisto en solo 18 meses.
Y como si no hubieran aprendido la lección, los perforadores estadounidenses abrían completamente el grifo hace dos años. Esta vez, el número de plataformas aumentó de un mínimo de 316 en mayo de 2016 a 873 en diciembre de 2018. A esto le siguieron más colapso y quiebras.
Pero desde entonces, los llamados frackers del petróleo de Estados Unidos — abreviatura de fracturación hidráulica del petróleo— han sido en su mayoría muy disciplinados, resistiendo los aumentos de plataformas incluso cuando el crudo estadounidense alcanzó un pico de casi 77 por barril en 2019.
Restricción ejemplar ahora
Para decepción de los bajistas del petróleo, que habían contado con la comunidad de fracking para repetir las prácticas de auge y desplome de los últimos años, muchos en el negocio del petróleo de esquisto se han centrado en los últimos dos años en reducir los gastos, preservar el capital y pagar dividendos decentes a los inversores.
A pesar de su moderación, la producción de petróleo de Estados Unidos ha aumentado en más de 2 millones de barriles al día de media desde finales de 2018, convirtiendo a Estados Unidos en el mayor productor del mundo. Por otro lado, el país también se ha convertido en un exportador neto de petróleo, logrando sus ambiciones de independencia energética tras 40 años de esfuerzos.
Así que, cuando los saudís y los rusos declararon una guerra por la cuota de mercado del petróleo esta semana —con el objetivo ostensible de desbancar el petróleo de esquisto estadounidense, que creen responsable de todos sus males— la pregunta que debe hacerse es por qué hay una continua desconexión entre la caída de petróleo y las tasas de producción de Estados Unidos.
La respuesta, al parecer, es que los perforadores han estado reduciendo la producción, pero no en sus yacimientos más productivos o económicos. La finalización lenta pero segura por parte de los frackers de pozos perforados pero incompletos (DUC) también ha añadido más petróleo al yacimiento, sin contribuir a los recuentos de plataformas.
Tras el desplome del 25% de los precios del crudo estadounidense del lunes—la mayor caída en tres décadas, eclipsada sólo por pérdidas porcentuales aún mayores de las acciones de los perforadores de petróleo de esquisto— los perforadores han seguido prometiendo disciplina fiscal.
Más disciplina
Diamondback Energy (NASDAQ:FANG) redujo su actividad de nueve equipos de finalización a seis, prescindiendo de dos equipos de finalización más de lo programado. El productor de petróleo de esquisto dijo que también recortará el gasto de capital, aunque no especificó una cantidad.
Parsley Energy dijo que ha reducido sus previsiones de flujo de caja libre de 2020 a por lo menos 85 millones de dólares, frente a anteriores previsiones que hablaban de al menos 200 millones de dólares y anunció también una ralentización general de la actividad.
EOG Resources también planea frenar el gasto para proteger el retorno de los dividendos a sus accionistas y dará a conocer los detalles más adelante.
Occidental Petroleum (NYSE:OXY) dijo que ha reducido su dividendo de 0,79 a 0,11 dólares por acción. La compañía también ha dicho que reducirá el gasto de capital de 2020 de 5.200-5.400 millones de dólares a 3.500-3.700 millones de dólares e implementará reducciones adicionales de costes operativos y corporativos.
La presión saudí-rusa no puede subestimarse
"Las previsiones de los precios del petróleo WTI en un rango de 30-45 dólares por barril hasta mediados de 2021 probablemente harán que los productores estadounidenses reduzcan la actividad para administrar mejor el flujo capex/cash", ha dicho Goldman Sachs (NYSE:GS) en una nota este miércoles.
La voz líder de Wall Street en el comercio energético tampoco tenía ilusiones sobre la gran presión que la campaña saudí-rusa llevaría a cabo sobre el petróleo de esquisto en los próximos meses. Goldman añade:
"Ahora estamos volviendo a un período de reducción del petróleo de esquisto visto por última vez en respuesta a la situación de superabundancia de 2014 y la decisión de la OPEP de favorecer la cuota de mercado”.