Hoy quería reflexionar sobre algo que lleva de cabeza a muchos traders. La industria del trading o, más concretamente la vertiente dedicada al área formativa, suele estar orientada a que cada academia enseñe su propia forma de hacer las cosas. Los nuevos aspirantes se encuentran con un gran abanico enorme de opciones donde elegir.
Por algún sitio se tiene que empezar y esto hará que los primeros conceptos que interiorices, probablemente crearán la base de lo que continuarás haciendo en el futuro. Si nos damos cuenta, en la amplia mayoría de las formaciones, un alumno ha de acoplarse al sistema de inversión que ofrece la academia. Con el tiempo, el inversor se dará cuenta, conforme vaya tomando experiencia, que tendrá que dar la vuelta a la tortilla; buscará unas estrategias que se amolden a su personalidad y perfil de riesgo.
Cuando uno va quemando etapas, se topa con la que decide tomar el control y definir su estilo de trading. Suele llegar cuando ha adquirido mucha formación y tiene un grado de experiencia notable. Ese instante es el que te alejas de las pantallas y haces una valoración en la distancia. Buscas respuestas a la pregunta:
¿Cuál es mi sitio dentro del trading?
Esa respuesta solo se podrá realizar cuando el trader llegue a un grado importante de madurez y haya experimentado todos los tipos de emociones catalogadas hasta entonces. Es ese punto en el que quiere descargar la mochila y quedarse con lo que verdaderamente es su propia esencia como inversor.
En la citada etapa, se encuentra un compañero al que estamos ayudando. Hace unos días nos envió un mail donde extrajo de su interior cómo se sentía y lo documentó con un símil musical. Mostró valentía y a la vez un gran nivel de madurez. Quería compartirlo para que veáis lo que él piensa y siente. Comienza la carta invitándonos a escuchar una canción reversionada por un cantante que demuestra mucho desparpajo y un estilo muy peculiar. La carta continuaba así:
"Esta canción es brillante. Es el ejemplo claro de usar algo que no te pertenece, pero convertirlo en propio. El tipo ha conseguido hacer algo nuevo partiendo de un tema existente, aprovechando lo bueno del mismo, pero adaptándolo a su ritmo, sus acordes, su forma de tocar la guitarra y, sobretodo, a su filosofía. Esa filosofía que lleva trabajando desde hace tiempo le ha permitido que haya convertido dicha obra en propia. Observo que toca los acordes sin pensar en lo que los demás quieran que haga. Se le ve feliz, ha decidido hacer las cosas a su manera porque casan con su forma de ser, de expresarse y además, le funciona".
“Imagino que aún no sabes de qué te hablo. Por mi cabeza, continuamente se está gestando la idea de hacer propio lo ajeno. Y lo que de verdad quiero es hacer mi propio trading. Deseo coger lo mejor que he ido aprendiendo de los demás, plantearme las bases de lo que de verdad quiero hacer, sin hacer las cosas como los demás quieren y huir de lo que se espera de mí como trader. De esta forma cogeré definitivamente las riendas y haré trading a mi gusto".
“Por eso te digo a veces que no encuentro mi lugar en el mundo del trading, no he conseguido hacerlo mío. La canción reproduce lo que yo añoro personalmente y marca una forma de entender el mundo que necesito para mí. Me apetecía contártelo”.
Este trader ha hecho un alto en el camino. Ha dejado de operar con dinero real y actualmente se está dedicando a definir en qué es bueno, con qué estrategia y mercado siente que fluye, qué método de gestión tolera emocionalmente y sobretodo, se haya buscando respuestas en su interior. Tiene claro a qué vino al mundo del trading y ha puesto preferencias en su vida. Sabe la relevancia que esta actividad tiene en su economía y, acorde a ello, está casando todas las piezas para operar en armonía.
Fluir como lo hace el guitarrista, pero en los mercados, nos llevará mucho tiempo. Seguro que él no lleva tocando 2 meses ni 2 años. Detectó su estilo y consiguió estar en sintonía con él, tan solo hace falta verle en acción. En ocasiones nos sentimos atados por la forma que conocemos de hacer las cosas, con normas de terceras personas, pero llegará el día en que decidirás poner las tuyas y bautizar tu propio sistema.