La balanza comercial de Canadá se encuentra en niveles negativos récord y los ingresos petroleros adicionales no cerrarán la brecha. El temor a una guerra comercial total sobre los aranceles del acero y aluminio está pesando sobre el crecimiento. El sector manufacturero está cerca del sobrecalentamiento, aunque los hogares podrían ajustar el gasto ya que los mercados inmobiliarios se debilitan y el crédito disminuye.
La reunión del Banco de Canadá de la semana pasada provocó un repunte del CAD dado que el banco central eliminó la palabra “prudente” de sus declaraciones de política monetaria. Esto plantea la posibilidad de una subida de tipos en julio, que podrían ser el catalizador de un dólar canadiense más fuerte.