A pesar de la debilidad de los precios internacionales, en octubre las exportaciones de Brasil alcanzaron un nivel récord, con más de 3.5 millones de sacos embarcados con destino al mercado mundial.
Esto es reflejo de una realidad contradictoria entre las condiciones internas del mercado externo y el mercado interno en Brasil. Para los productores del aromático en el gigante sudamericano, la crisis de precios no ha sido tan aguda como se podría esperar si solo se considera el comportamiento de los precios internacionales.
La siguiente gráfica nos muestra el muy diferente comportamiento que han tenido los precios del café en dólares y reales. El factor que ha creado esta diferencia es una acelerada devaluación del Real Brasileño.
Esta es la realidad, la caída de los precios del café en las bolsas internacionales no está afectando por ahora a los productores en Brasil (de hecho en Colombia tampoco, donde se está presentando el mismo fenómeno). Hoy en día, un productor cafetero en Brasil, tiene la suerte de vender su producto a niveles similares a los precios de hace seis u ocho meses, cuando las cotizaciones internacionales eran mucho más elevadas.
De tal manera que para nadie debe ser una sorpresa, que Brasil exporte a un ritmo acelerado.
Diferente será la historia por venir, cuando la devaluación termine por manifestarse en una mayor inflación, con el incremento en los insumos que inevitablemente ocurrirá. Esta será la vía por la que el mercado impactará al productor, cuando este deba comprar insumos más costosos y para ello disponga del mismo ingreso por su cosecha. El mundo no es color de rosa y como dicen los economistas, no hay un almuerzo gratis.