Las Bolsas mantienen su tendencia alcista. El Dax alemán marcó máximos históricos durante la semana, el Eurostoxx alcanzó niveles del 2015 al igual que el Ibex. En las últimas jornadas se ha notado un poco de falta de fuerza, pero es normal tras toda la subida acumulada.
Los Bancos Centrales siguen copando la actualidad y el centro de atención de los inversores:
- La FED cumplió las expectativas y subió los tipos de interés esta semana. Con esta alza, la tercera en menos de siete meses, el precio del dinero pasa a situarse entre el 1% y el 1,25% y mantiene su previsión de subir las tasas una vez más este año, es decir, al cierre de 2017 los tipos se situarían entre el 1,25% y 1,5%.
Es cierto que unos tipos de interés elevados encarecen toda financiación de las empresas y además la Bolsa, la renta variable, pierde interés y atractivo para los inversores en detrimento de la renta fija que incrementa la rentabilidad que ofrece a los inversores.
Esa es la idea general, motivo por el cual con tipos de interés altos las Bolsas caen. Pero en el caso de USA, ya comenté en Expansión el 1 de marzo que el escenario es otro, es diferente. Les indiqué que una cosa es tener tipos de interés elevados y otra es subir los tipos de interés. Es decir, cuando se viene de estar un buen tiempo con tipos muy bajos, una subida pequeña de tipos no implica tener tasas elevadas, por lo que ningún problema, y además es visto como señal positiva de que la economía del país marcha favorablemente. Por tanto, el hecho de que la Fed suba los tipos 25 puntos básicos no supondrá ningún trauma para los mercados, en todo caso una caída en el corto plazo pero nada del otro mundo.
En efecto, ese ha sido el escenario que hemos vivido. El mismo día de la subida de tipos las Bolsas cayeron más de un 1%, los dos días siguientes subieron.
- El Banco de Inglaterra mantuvo su tipo de referencia en el 0,25%. Pese a lo que se comenta, no creo que en el corto plazo suban los tipos, podría ser un error, pero es únicamente mi opinión personal. La libra esterlina lo acusó.
- El Banco de Japón decidió mantener las actuales políticas monetarias. El rumor de que podían anunciar su final no tenía mucho fundamento, entre otras razones porque seguimos lejos del objetivo de inflación, por lo que seguirán siendo necesarias las políticas de estímulos de la entidad.
- El Banco Central Europeo tiene el problema de los vencimientos de una parte importante de activos que tiene en su balance. Pese a ampliar en el mes de diciembre el campo de activos que podía elegir (incluyendo también activos con rentabilidad negativa por encima del tipo de depósitos), el problema no está ni mucho menos resuelto, principalmente porque los bonos públicos no sobran precisamente, máxime los de aquellos países que reducen su deuda, y aquí entra precisamente en escena Alemania. Así pues, la entidad va a tener que hacer frente estos meses que se avecinan al vencimiento de buena parte de activos que posee en el balance. Por tanto, ya que buena parte de los bonos germanos comprados por el BCE hace dos años vencerán en los próximos meses, tendrán que seguir comprando más activos.