Muchos años atrás, en 1989, escribí uno de mis primeros informes de investigación e hice el pronóstico de que el USD/DEM debería caer hasta los 1,23. Fue una predicción sorprendente, y mis colegas de entonces aún me lo recuerdan cuando nos vemos (el dólar se cruzaba entonces contra el marco alemán en la parte alta de los 1,60).
Ahora toca de nuevo pronosticar niveles de 1,23, pero esta vez para el EUR/USD. En 4 de los últimos 5 ciclos de subidas de tipos de la Fed, el dólar de EE.UU. ha hecho máximos en torno a la primera subida, lo que indica que la dirección del USD está inversamente correlacionada con el ciclo de tipos de la Fed.
Un EUR/USD más alto no sólo haría quedar mal al Banco Central Europeo (BCE), sino que también cogería desprevenido al consenso del mercado, ya que la mayoría de inversores y traders creen que la paridad EUR/USD es sólo cuestión de tiempo.
En un nivel macroeconómico, la dirección del USD será el principal factor aislado que determine el retorno neto en todas las clases de activos.
Lo irónico es que, si el dólar no se debilita, entonces lo más probable es que el mundo entre en una profunda recesión, ya que un dólar más fuerte incrementa la carga de la deuda para los mercados emergentes, que se financian en dólares, reduce los beneficios de las mayores empresas de EE.UU., reduce los precios de las materias primas, que se comercian en USD, y reduce el crecimiento general de los mercados emergentes, que hoy suponen más del 50% del crecimiento mundial.
En otras palabras, la senda de menor resistencia para que el mundo se reequilibre y crezca más, si el entorno monetario y fiscal esperado evoluciona conforme a las previsiones, es un dólar más débil.
Europa acumula un masivo superávit por cuenta corriente, y su inflación más débil debería significar, en buena lógica macroeconómica, una divisa más fuerte y no más débil.
La carrera hasta el fondo ha cerrado el círculo, lo que significa que regresamos hacia un USD más débil como principal respuesta económica para EE.UU. y, por consiguiente, para el crecimiento global.