El cobre acumula un retroceso superior al 2% en la semana cotizando en torno a mínimos de casi tres semanas, con lo que acumula un retroceso cercano al 15% en lo que va del año.
El metal ha estado presionado por expectativas de débiles cifras de manufactura en China, lo que atenuaba las perspectivas sobre la demanda del metal rojo.
Los índices de gerentes de compra de China (PMI) serán difundidos el jueves. Una lectura por sobre el nivel de 50 indica una expansión de actividad, mientras por debajo de ese nivel apuntan a una contracción.
Los inversionistas ha estado cautos durante la semana debido a expectativas sobre la reunión de la Fed, que podría entregar señales sobre el momento en el cuál podría comenzar a reducir sus medidas de estímulo cuantitativo (QE), lo que afectaría la demanda global de materias primas.
Además, los mercados esperan los datos de crecimiento de empleo de EEUU que serán difundidos el viernes, por lo que un sólido reporte laboral sentaría las bases para que la Fed comience a reducir sus medidas de estímulo monetario.
En estos momentos, el metal rojo sigue cotizando en un mercado claramente, con una zona de resistencia de corto plazo en torno a los US$3,25/libra, por lo que un avance sobre dicho nivel podría gatillaría nuevas órdenes de compra y podría impulsar al metal en busca del próximo nivel de resistencia en torno a los US$3,5 la libra.
A la baja, una caída del metal bajo el importante soporte psicológico de los US$3,0 la libra, gatillaría nuevas órdenes de venta, presionando al cobre en busca del próximo nivel de soporte en niveles de los US$2,75 la libra.
Por su parte, los indicadores técnicos RSI y MACD en el gráfico del cobre, siguen cotizando a la baja entregando señales claras de debilidad de corto plazo, por lo que mientras el metal rojo siga cotizando bajo la importante resistencia de los US$3,5 la libra, la tendencia bajista en el cobre se mantiene intacta.