Actualmente, más de 8.700 empresas cotizan en diferentes mercados en todo el mundo1. En nuestra opinión, encontrar maneras para categorizarlas y analizarlas es el primer paso que debe realizar cualquier inversor. Una de las maneras es considerar el tamaño de una empresa. Nuestros análisis históricos sobre las rentabilidades de mercado sugieren que, en diferentes etapas del mercado, unas empresas tienden a mostrar un mejor desempeño con respecto a otras en función de su tamaño. No obstante, ¿cuáles son los factores que determinan si una empresa es grande o pequeña? Puede que sorprenda a algunos inversores que las grandes compañías, tal y como se las define dentro de la industria, no necesariamente presentan mayores beneficios, ventas, tiendas o número de empleados. A nuestro juicio, los inversores deben entender cómo la industria determina el tamaño de una compañía con el fin de poder reajustar consecuentemente sus carteras ante diferentes entornos de mercado.
Cuando los analistas utilizan los términos pequeña o grande para definir a una empresa, normalmente están haciendo referencia a su capitalización bursátil, es decir, el número de acciones emitidas multiplicado por el precio de las mismas. El resultado muestra aproximadamente cuál podría ser el precio de la compañía si fuera a ser comprada por otra. Muchos inversores y proveedores de datos categorizan las cotizadas en grandes, medianas y pequeñas en función de su capitalización bursátil.
Aunque diferentes fuentes definen estas categorías de formas distintas, convergen en considerar que las empresas de gran capitalización presentan una capitalización bursátil de al menos 8800 millones de euros, las de mediana capitalización, entre 1800 y 8000 millones de euros, y las de pequeña capitalización, entre 220 y 1800 millones de euros2. Las empresas que presentan una menor capitalización bursátil suelen denominarse empresas de microcapitalización, mientras que aquellas empresas con una capitalización bursátil de gran tamaño, a partir de 176 000 millones, suelen denominarse empresas de megacapitalización3.
Otras fuentes emplean estos términos desde un punto relativo. MSCI, un proveedor de índices bursátiles, ordena las cotizadas por su capitalización bursátil en muchos de sus índices. En esos casos, las empresas consideradas de gran capitalización representan, en conjunto, aproximadamente el 70 % de la capitalización total de un índice4, mientras que las empresas de mediana capitalización conforman aproximadamente el 15 % del total de la capitalización de un índice y las de pequeña capitalización representan el 15 % restante.
Las clasificaciones utilizadas por Fisher Investments España son ligeramente diferentes. En primer lugar, las empresas de megacapitalización deben contar con una capitalización bursátil superior a la capitalización media ponderada del mercado de renta variable mundial —el promedio ajustado por un factor que refleja el tamaño relativo de cada empresa—. A comienzos de 2020, esa cifra era de 178 600 millones de euros5. En el mundo desarrollado, 33 compañías cumplieron con este criterio6. En nuestra opinión, las empresas de gran capitalización abarcan actualmente capitalizaciones situadas entre 44 000 millones de euros y el umbral de las empresas de megacapitalización anteriormente delimitado. Las empresas de mediana capitalización se sitúan entre 8800 y 44000 millones de euros, mientras que las de pequeña capitalización cuentan con una capitalización inferior a 8800 millones de euros.
Quizás sorprenda que la capitalización bursátil de una empresa no se corresponda necesariamente con sus beneficios, ventas o número de empleados o instalaciones. Por ejemplo, Adyen, una empresa neerlandesa que desarrolla una plataforma de pagos en línea, cuenta con 1182 empleados. En 2019, registró 2.700 millones de euros en ventas y 204 millones de euros en ingresos netos7. Autogrill (MI:AGL), una cadena de restaurantes española, tiene una plantilla de 62 061 personas. En 2019, obtuvo 5400 millones de euros en ventas y 205 millones de euros en ingresos netos8. Sin embargo, a pesar de tener una fracción de los empleados y la mitad de las ventas anuales de Autogrill, la capitalización bursátil de Adyen excede ampliamente a la de Autogrill, siendo de 24 600 y 591 millones de euros, respectivamente9.
¿Por qué esto es así? Porque la capitalización bursátil mide el valor de una empresa. En nuestra opinión, esto es algo que suele depender de las percepciones de los inversores sobre el potencial de beneficios futuros de una empresa, así como de sus activos y su capital físico. Autogrill está en lo que consideramos una industria de crecimiento lento, el negocio de los restaurantes, mientras que Adyen forma parte del sector de la tecnología, lo que consideramos una categoría de mayor crecimiento. La mayor capitalización bursátil de Adyen, a nuestro juicio, indica que los inversores esperan que aumente su valor significativamente en el futuro en comparación con Autogrill.
Nuestros análisis indican que el tamaño de una empresa puede jugar un papel fundamental sobre el tipo de acciones que presentan un mejor desempeño en diferentes etapas del mercado. A nuestro juicio, al principio de los mercados alcistas (períodos prolongados marcados por un aumento general de las cotizaciones ), las empresas de pequeña capitalización suelen ofrecer una mayor rentabilidad en contraste con las empresas de mayor capitalización. En nuestra opinión, esto se debe a que las empresas más pequeñas suelen tener más dificultades durante las recesiones que suelen acompañar a los mercados bajistas (caídas prolongadas y amplias del mercado iguales o superiores al 20 % y causadas por fundamentales identificables). Las empresas de pequeña capitalización suelen tener más dificultades para obtener préstamos y capital por parte de bancos e inversores durante esos períodos turbulentos. Su pequeño tamaño hace que exista un mayor riesgo de sufrir problemas financieros, o incluso de quiebra, potencialmente perjudicando sus acciones más que las de las empresas más grandes. No obstante, las acciones de las empresas pequeñas que sobreviven a esas etapas difíciles pueden repuntar cuando el sentimiento inversor se vuelve menos pesimista y comienza un nuevo mercado alcista.
Por ejemplo, desde el mínimo del mercado bajista mundial de 2009 hasta finales de ese mismo año, las empresas de pequeña capitalización mundiales rentaron un 68,9 %, superando la rentabilidad del 51,1 % registrada por las empresas de gran capitalización10. Y en esa línea, nuestro análisis sugiere que las empresas de gran y megacapitalización han tendido a mejorar su desempeño relativo con respecto a las empresas de pequeña capitalización a medida que el mercado alcista entra en sus fases avanzadas11. En nuestra opinión, los inversores que compran acciones en las fases más tardías de un mercado alcista tienden a ser cautelosos y prefieren invertir en empresas de gran capitalización y con marcas reconocibles, dado que las perciben como más estables.
Ahora bien, es importante señalar que esta tendencia en la que las empresas más pequeñas presentan un mejor comportamiento durante las fases iniciales de los mercados alcistas y las empresas de mayor capitalización en las fases subsiguientes es un factor cada vez más conocido por los inversores. No se puede determinar con certeza si esta tendencia continuará en el futuro (dado que, a nuestro juicio, las cotizaciones reflejan la información ampliamente conocida por el mercado). Este fenómeno podría influir en las rentabilidades relativas entre las grandes y pequeñas empresas en distintas fases del mercado de aquí en adelante, incluyendo el mercado alcista que aparentemente comenzó el pasado mes de marzo.
No obstante, en nuestra opinión, entender las clasificaciones que existen para ordenar los diferentes tipos de empresas y su relación histórica de liderazgo en las diferentes fases del mercado puede ayudar a los inversores a calibrar sus expectativas futuras y estimar si esas tendencias históricas seguirán en el futuro.
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