Aunque un nombre más apropiado sería el “Fondo de Compensación de Precios, o de Estabilización de Ingresos del Productor”, porque lo que se compensa o estabiliza es el ingreso del caficultor y no el precio de mercado del producto, lo importante es que cumpla el objetivo.
Aunque en el corto plazo sea necesario subsidiar el precio interno para evitar que el productor pierda dinero, la situación actual del sector es producto de la carencia de una cultura preventiva de gestión de riesgos, que de haberse implementado hace años cuando los precios del grano estuvieron altos, hoy el gremio cafetero no estaría en crisis de precios.
Por esto es indispensable y urgente implementar desde ya esta cultura para que en unos años no estemos “apagando incendios” como lo estamos haciendo hoy. Para lograr un efecto tangible hay que pensar en el mediano y largo plazo, para ver los mayores resultados. Por ejemplo, esta crisis cafetera podría ser peor de no ser por la tasa de cambio del dólar que por estos días bordea los 3,300 dólar, muy cerca de su nivel más alto histórico. ¿Sabemos que una caída de la tasa de cambio de un 20% y un 40% en los próximos años le haría perder a la caficultura colombiana entre 1,1 y 2,2 billones de Pesos aproximadamente, tomando como referencia una producción de 13 millones de sacos? ¿Sabemos que un seguro de precios para proteger al gremio de semejante impacto podría costar entre 3% y 5% anualmente del volumen de producción?
Si las respuestas a estas preguntas es un no, es una señal de lo urgente que es implementar esta cultura de gestión de riesgos financieros en el gremio cafetero.
Por esta razón, para evitar futuras crisis, el Fondo debería enfocarse en las 3 principales falencias del gremio en esta área:
1. Conocimiento. Hoy día la gran mayoría de los productores no conoce el funcionamiento ni los beneficios de las herramientas financieras que existen para gestionar el riesgo de precios, como los Futuros y las Opciones ni los Productos Estructurados que se negocian en la Bolsa de Nueva York y en mercados extra-bursátiles, respectivamente. El fondo debe financiar el acceso al conocimiento por parte de todos los productores a estas herramientas de cobertura.
2. Financiación. Cuando un productor aprende a utilizar las coberturas financieras, generalmente se encuentra con falta de recursos para ello, ya que, en su presupuesto no incluye el uso de estas herramientas. El fondo debe financiar los recursos que los productores necesitan para efectuar sus coberturas de precios.
3. Asesoría constante. Una herramienta hay que enseñarla a utilizar y requiere de un acompañamiento constante para usarla correctamente, y se debe requerir que la persona a cargo de ello cuente con la debida formación y experiencia profesional. El fondo debe financiar el acceso a la asesoría constante y profesional por parte de todos los productores en el uso de las herramientas de cobertura.
Así se le dará al gremio una rentabilidad sostenible a largo plazo y competitividad a nivel global, indispensables en un mundo de negocios internacionales cada vez más competitivo, en el cual, naturalmente, el café no es la excepción.