Los índices accionarios han cobrado mayor relevancia en los mercados con el paso del tiempo. Estas herramientas estadísticas son seguidas con atención por inversores y analistas debido a su utilidad en el análisis del mercado y su importancia como indicadores de la economía.
Un índice accionario es una medida estadística del rendimiento de un grupo de acciones. Funciona como un promedio ponderado de las empresas incluidas en el índice, donde cada acción contribuye en proporción a su tamaño de capitalización. De esta forma, los índices reflejan la evolución de las empresas más grandes y representativas de un mercado o sector determinado.
Charles Dow, editor del Wall Street Journal, fue el pionero en el diseño de los primeros índices a finales del siglo XIX. Su idea original era comprender de manera más simple el devenir general del mercado. El primer índice que creó fue el Dow Jones Transportation Average (DJTA), con el que buscaba representar la evolución del sector del transporte. Su idea era utilizarlo como un indicador adelantado, esperando de este modo predecir el futuro próximo de la economía.
Al poco tiempo Dow desarrolló el Dow Jones Industrial Average (DJIA), con el que se propuso medir la marcha general del mercado estadounidense a través de un índice que siguiera la evolución de las 30 compañías industriales más representativas de la época. Su idea fue tan exitosa que abrió el camino a una gran variedad de índices, que hoy en día conforman toda una industria en sí misma.
Aunque el DJIA sigue siendo por estos días líder en el segmento de los índices americanos, hoy contamos con otros exponentes que representan distintos aspectos del mercado accionario. Entre los más destacados están el S&P500 que agrupa a las 500 empresas más grandes de los Estados Unidos, el NASDAQ100 que mide la evolución del sector tecnológico, y el RUSSELL2000 que sigue a las empresas de baja capitalización.
Además de ser herramientas estadísticas y de análisis, los índices accionarios ofrecen la posibilidad de invertir de manera simple y diversificada. Para ello, el inversor puede valerse de distintos instrumentos como los contratos de futuros, donde destacan el ES o el NQ; los ETF más populares como el SPY, QQQ o DIA (BME:DIDA), las opciones financieras o los contratos por diferencias.
En resumen, los índices accionarios son una herramienta clave para comprender la evolución del mercado y predecir el futuro de la economía, y también una forma efectiva de inversión con un enfoque simple y diversificado.