La situación que nos encontramos en Reino Unido se va pareciendo cada vez más a la que nos encontrábamos hace solo unos meses, cuando la fecha marcada para que tuviera lugar dicho acontecimiento se iba acercando cada vez más, hasta un punto en que la incertidumbre iba acrecentándose ante la falta de un acuerdo con la Unión Europea, exactamente lo mismo que ocurre ahora mismo. Aunque esta misma semana ha sido la canciller alemana, Angela Merkel, la que ha manifestado su intención de tratar de negociar con el país británico, aun no hay nada hecho y todo está por decidir, y según se va acercando la fecha la presión aumenta cada vez más y, por lo tanto, la posibilidad de que finalmente se consiga llegar a un acuerdo está cada vez más lejano.
Por ello, mi consejo es que prestemos especial atención al par GBP/USD estos días y, poco a poco y según se vaya acercando la fecha del 31 de octubre, nuestra gestión del riesgo sea cada vez más conservadora. Es muy probable que la volatilidad y el ruido en este mercado empiece a aumentar de manera paulatina, dificultando y haciendo más arriesgadas nuestras operativas. Es cierto que ante la falta de un acuerdo el mercado tenderá a seguir cayendo, pero también es muy cierto que puede realizar retrocesos como estos días de atrás, algo de lo que he hablado en días anteriores.
Parecería una buena manera de potenciar el precio al alza el hecho de que se logre finalmente llegar a un acuerdo entre ambas partes o, al menos, la posibilidad de un acercamiento que dé mayores esperanzas al futuro británico. No obstante, como ya he dicho, las operativas deberían facilitarse mucho más en el momento en que Gran Bretaña salga de la Unión Europea y sepamos ya de una manera segura si habrá o no acuerdo.