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El hundimiento de las acciones de AT&T muestra que Wall Street sigue dudando de la compañía
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Sin embargo, la nueva AT&T parece ser una apuesta menos arriesgada que el antiguo gigante sin rumbo
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El operador de telecomunicaciones está reduciendo su carga de deuda y centrándose en su negocio principal
Los inversionistas aún no han abrazado la nueva y más sencilla versión de AT&T (NYSE:T). Las acciones de la mayor operadora de telecomunicaciones de Estados Unidos siguen sometidas a una importante presión, incluso después de que la compañía concluyera la escisión de sus activos de WarnerMedia y del negocio de televisión de pago.
Estas transacciones formaban parte del plan de AT&T para simplificar su estructura, recortar su enorme pila de deuda y centrarse en su principal fuerza: la telefonía móvil y el internet de fibra.
Pero, a pesar de que la rentabilidad de los dividendos de AT&T se ha disparado, Wall Street sigue dudando de la empresa, que ha perdido más del 40% de su valor en los últimos cinco años.
La mayor duda de cara al futuro es si la nueva AT&T será capaz de ofrecer pagos constantes a los inversionistas a largo plazo, como los jubilados, que buscan comprar una acción fiable y de alto rendimiento.
A principios de este año, el gigante con sede en Dallas, Texas, redujo su dividendo anual casi a la mitad, hasta 1.11 dólares por acción, perdiendo su pertenencia al club de los aristócratas de los dividendos del S&P 500 para las empresas que han aumentado los dividendos durante al menos 25 años consecutivos.
Una buena acción de de valor
A pesar de la venta en curso, los primeros indicios posteriores a la caída sugieren que el operador de telecomunicaciones ha vuelto a la senda correcta y podría resultar una buena jugada de valor a largo plazo.
Fuente: InvestingPro
Hay indicios de que la empresa ya se está beneficiando de un menor número de activos que compiten por los recursos. Además, AT&T utilizó la mayor parte de los ingresos del acuerdo con Warner Bros Discovery (NASDAQ:WBD) para reducir su deuda neta en 37,000 millones de dólares en el segundo trimestre, hasta los 132,000 millones.
Otra consideración vital para mantener las acciones de AT&T en cualquier cartera a largo plazo es que el negocio principal de la empresa ofrece una excelente cobertura contra el repunte de la inflación. La telefonía móvil e Internet se consideran desde hace tiempo servicios esenciales, incluso para los estadounidenses de bajos ingresos, y los descuentos en los teléfonos siguen atrayendo a estos últimos para que se suscriban a AT&T.
El contexto macroeconómico de un dólar más fuerte también favorece a las empresas con sólidos ingresos nacionales.
Además, la empresa sumó 813,000 abonados telefónicos mensuales regulares en el segundo trimestre, superando las 554,000 estimaciones medias de los analistas. Las recientes subidas de precios y el aumento de abonados permitieron a la empresa elevar su previsión de crecimiento de los ingresos por servicios inalámbricos para todo el año a una horquilla del 4.5% al 5%, frente al 3% mínimo.
En una nota reciente, Goldman Sachs recomendaba comprar valores como AT&T debido a su mayor rentabilidad por dividendo y a sus ventas nacionales. Su nota añade:
"A pesar de las preocupaciones que tienen los inversionistas sobre el mercado de renta variable estadounidense, creemos que ofrece un mayor potencial de rentabilidad absoluta y ajustada al riesgo que los mercados europeos, plagados de recesión".
Conclusión
AT&T acaba de terminar su enorme reestructuración, simplificando su estructura corporativa al tiempo que pretende desbloquear el valor a largo plazo para los accionistas. La nueva empresa tendrá probablemente una mentalidad centrada en el crecimiento, centrando las operaciones en su negocio principal de telecomunicaciones y recortando su enorme carga de deuda.
Aunque todavía es pronto para una defensa sólida del lado alcista para las acciones -especialmente después de una década de rendimiento inferior y estrategias fallidas- la nueva AT&T parece menos arriesgada que el antiguo gigante sin dirección.
Declaración: El autor no posee acciones de AT&T.