La OPEP concluyó su 169ª reunión hoy en Viena sin realizar ningún cambio en su política de producción de petróleo. Dejando al margen las especulaciones de última hora suscitadas por unas observaciones del ministro del petróleo saudí, Khalid al-Falih, que afirmaba estar abierto a discutir los niveles de producción, el resultado ha sido el esperado desde hace semanas.
Sin embargo, en lugar de la amarga sensación que dejó la reunión del año pasado, el tono ha sido más productivo. Los países productores más débiles, como Venezuela, Argelia y Libia, claramente se han resignado a comulgar con las políticas de las naciones más fuertes de la OPEP, como Arabia Saudí y los Emiratos Árabes Unidos. La organización se ha mostrado unánime al afirmar que la política de producción ilimitada de la OPEP para reequilibrar el mercado está funcionando y que la mejor política para las condiciones actuales del mercado es no hacer cambios.
La OPEP espera que el suministro de petróleo de la OPEP siga bajando a un ritmo de 740.000 barriles diarios en 2016. La producción ya ha disminuido en un millón de barriles de petróleo diarios desde que alcanzara su pico en enero de 2015.
La demanda aumentó en torno a 1,5 millones de barriles al día en 2015, y la OPEP prevé que ese crecimiento continúe en el año 2016, particularmente en India. Basándonos en la subida de los precios del petróleo y la moderación de los niveles de reservas de petróleo, la organización cree que la oferta y la demanda están en proceso de convergencia. Sin embargo, las reservas de petróleo se encuentran en máximos de cinco años y deben "descender hasta los niveles habituales".
De gran preocupación para la OPEP es la disminución de la inversión en exploración y producción de petróleo. Esto es muy preocupante para el futuro a largo plazo y la OPEP ha hecho hincapié en la importancia de mantener una tendencia positiva en cuanto a los niveles de inversión para evitar futuras crisis de abastecimiento.
Algunos miembros de la OPEP, como Arabia Saudí, Kuwait y los Emiratos Árabes Unidos, han mantenido constantes inversiones, pero la OPEP ve indicios preocupantes en la falta de inversión por parte de fuentes ajenas a la OPEP. Se necesita una mayor inversión para asegurar la estabilidad de los precios a largo plazo y la OPEP espera que la estabilización de los precios actuales fomente esto.
Como era de esperar, Gabón fue readmitido en la OPEP y el Dr. Mohammed Barkindo de Nigeria fue elegido Secretario General de la organización. Tomará el relevo de Abdallah Salem el-Badri, de Libia. Esto podría verse como una muestra de una mayor unidad, teniendo en cuenta que la organización había sido incapaz de ponerse de acuerdo a la hora de elegir a un candidato para suceder a el-Badri. No obstante, Venezuela abandonó la reunión claramente descontenta, y su ministro del petróleo comentó sarcásticamente que por lo menos la organización "ha elegido un nuevo Secretario General".
Para cerrar la reunión, el presidente, el Dr. Mohammed bin Saleh al-Sada de Catar, recordó a los presentes que la OPEP no permanece inmóvil, sino que es una entidad viva que respira. En su discurso de clausura como Secretario General, El-Badri abordó la cuestión de si la OPEP está muerta, diciendo:
“He escuchado esto como cinco o seis veces durante mi carrera... no asumamos la idea de que la OPEP está muerta. La OPEP está viva, la OPEP será un factor muy importante en el mundo”.
Toda la atención se dirigirá hacia el 30 de noviembre de 2016, la fecha fijada para la 170ª reunión de la OPEP. Aunque la OPEP siempre está abierta a reuniones provisionales, particularmente con los países productores no miembros de la OPEP, la organización está satisfecha con su actual política y con el rumbo del mercado del petróleo. Es poco probable que OPEP actúe antes del 30 de noviembre.