En la II Guerra Mundial los aviones del frente aliado eran atacados y destruidos por Alemania con demasiada facilidad.
Para evitar pérdidas mayores los ingenieros de la Alianza se propusieron reforzar la estructura de los aviones para que fueran más resistentes al fuego enemigo teniendo en cuenta que no se podía reforzar todo el avión para no incrementar el peso de éste.
Los ingenieros partieron de la hipótesis que se debía de reforzar aquellas zonas del avión que recibían más impacto de artillería enemiga esto eran, las alas y la parte inferior del avión.
Pero Abrahan Wald, economista rumano que realizó importantes aportaciones a la teoría de la decisión y a las teorías económicas indicó todo lo contrario: Se deberían de reforzar aquellas partes del avión que no presentaban impactos. El argumento era lógico: Si los aviones que retornaban a las bases aéreas de la Alianza presentaban impactos por proyectiles en esas partes en concreto es porqué el avión era capaz de resistir un impacto en esas zonas. Por el contrario, la zona donde no había impactos es la que se debía de reforzar ya que significaba que durante el combate un impacto en esa zona era el causante de que el avión se estrellara i por tanto no eran capaces de llegar a la base aérea.
La anterior historia es un ejemplo claro del “sesgo del superviviente” un sesgo que utiliza nuestro celebro (que no usted) por el cual solamente nos damos cuenta o damos mucha más importancia a los casos de éxito y menospreciamos los casos de fracaso (o error).
En estos momentos personas como Elon Musk (Tesla (NASDAQ:TSLA)), Bill Gates (Microsoft (NASDAQ:MSFT)), Amancio Ortega (Inditex (MC:ITX)), Jeff Bezos (Amazon (NASDAQ:AMZN)), son casos de empresarios de éxito. Todas las escuelas de negocio estudian, analizan y escudriñan los pasos que han seguido esas empresas para llegar a la cúspide del éxito. En cualquier jornada empresarial, sea del sector que sea, el “motivador o speeker” de turno ponen como ejemplo de superación empresarial alguno de los tres ejemplos anteriores. Cualquier “consultor motivado” que ha escrito un libro pone como ejemplo alguno de estos casos sumándole también el caso de Apple (NASDAQ:AAPL). Cualquier anuncio de un bróker en YouTube hace referencia a alguna de estas empresas para decir que invertir es fácil seguro y exitoso.
Todo este ambiente, todo este ecosistema que se ha creado ha generado la sensación que invertir es fácil y exitoso. Pero todo ello sucede porque se está obviado los centenares de miles de casos de errores, de fracasos y de NO éxito que también se producen.
Por tanto, el hecho de estar constantemente bombardeado de “casos de éxito” genera de forma inconsciente un error en el funcionamiento de nuestro cerebro (que no de usted). Y es el optimismo exagerado. Tu cerebro en base a ese bombardeo de información llega a un estado de “ignorancia sesgada” creyéndose que llegar al éxito es mucho más fácil de lo que es realmente. Y esto del optimismo exagerado lo observo peligrosamente en aquellos que invierten en criptomonedas. Demasiados casos publicados de nuevos multimillonarios gracias a Bitcoin, Shiba, Dogecoin, Ethereum, Cardano… Demasiados casos publicados de gente que obtiene rentabilidades de x10 ó x50 en pocas semanas y muy pocos casos publicados de gente arruinada. Un claro ejemplo de información asimétrica.
Que quede claro, que en ningún momento me posiciono en contra de las criptodivisas, sino que me posiciono en contra del optimismo exagerado. ¿No sería mejor transformar este optimismo en una serena ambición?
Por último, quiero recordar las sabías palabras de Nassim Taleb “el cementerio de los restaurantes fracasados es muy silencioso”. Y yo añado “el cementerio de los traders o inversores fracasados es mudo”