En diciembre de 2012 comenzaba el Gobierno Abe con un objetivo explícito: cambiar la economía.
Al poco tiempo, concretaba un poco más este cambio en dos factores:
1. Sólido crecimiento económico
2. Una inflación elevada.
¿Cómo hacerlo? Precisamente con la combinación de tres medidas de política económica: 1. Expansión fiscal a corto y una estrategia clara de ajuste a medio; 2. Expansión monetaria enfocada en conseguir un objetivo del 2.0 %; 3. Reformas estructurales para aumentar el crecimiento potencial. No, no es fácil combinar objetivos de corto y de largo plazo.
¿Qué ha pasado en todo este periodo? Siempre es difícil concretar el éxito o no de una política de gobierno mediante unos pocos indicadores. Especialmente si pretendemos ser justos, lo que obliga a no aislarlo del contexto internacional. Esto sería el caso de los precios externos que no han hecho otra cosa que caer de forma ininterrumpida en todo este periodo. Pero, por otro lado, también parece claro como otros indicadores internos (salarios e inversión) sí han reflejado un pobre comportamiento en los últimos años como para no llegar a la conclusión de que algo ha faltado en el Abenomics….¿falta de certeza económica a futuro?¿demasiadas rigideces en la economía ante la falta de reformas estructurales? ¿excesiva dependencia de la demanda internacional y en la caída del yen? Sí, es complicado concretar qué ha fallado en concreto hasta el momento para no mostrar una mejora más clara en los indicadores internos más allá de la importación de desinflación e incertidumbre internacional.
Nosotros estimamos que el crecimiento potencial a medio plazo no supera ahora el 1 %, incluso más cerca de la mitad de este porcentaje. De hecho, las perspectivas empresariales se mantienen neutrales sobre esta cuestión para los próximos años.
¿Y el BOJ? Todos estaremos pendientes de la posible decisión que adopte en la reunión de dos días que finaliza el viernes. Y partiendo del rechazo continuado que hemos escuchado desde finales del año pasado a nuevas medidas monetarias expansivas.
¿Por qué? Algunos analistas aluden a la falta de efectividad del QE en un escenario económico/financiero como el actual. Otros, consideran que el BOJ debería replantearse de nuevo medidas de tipos de interés frente a la de cantidades. O al menos combinando ambas. Para el resto, es preciso esperar realmente a valorar la evolución de las expectativas de inflación a futuro aunque aceptando por el momento que se están moderando frente a la subida prevista y sin que el BOJ pueda estirar de forma indefinida su apelación a que el 2 % es un objetivo de inflación a medio plazo. El tiempo pasa muy rápido.
Además, también comienza a pesar en este escenario de elevada deuda y falta de avances en los objetivos de inflación la lenta mejora en las finanzas públicas….
¿Complicado? Sin duda lo es. Tanto como para no desear que sea una referencia a seguir, de forma activa o pasiva por otros países.
Partiendo, naturalmente, de que la situación de fondo de Japón es diferente al resto. Seguro que sí.