Después del híbrido discurso del presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, la atención de los mercados está puesta ahora en el dato de empleos de Estados Unidos, que se conocerá a las 8:30 del viernes.
Draghi no dio muchas precisiones, y mostró un tono poco usual en él, con cierto optimismo, a la espera de que las medidas tomadas en marzo tengan efecto en la alicaída economía de la eurozona. Sin embargo, el euro no logró ganar más que un puñado de puntos con su presentación.
De allí es que los datos que se conozcan en la fecha toman especial relevancia. Se espera que se hayan creado unos 165.000 empleos en mayo, y que la tasa de desempleo caiga al 4,9%, desde el 5% actual. Estas cifras podrían ayudar al dólar en primera instancia, con los típicos movimientos de estas noticias: idas y vueltas, cambios de tendencia violentos en segundos, y una cierta tranquilidad que se ve en el mercado pasado el mediodía de Nueva York.
¿Ocurrirá esto otra vez? El dólar ha ganado mucho en mayo, y luce titubeante en los primeros días de este mes, como a la espera de la decisión que tome la Fed sobre tipos de interés el día 15 junio. Claro está, una cifra de empleos superior a la esperada, aún cuando los pronósticos no son del todo creíbles de acuerdo a los antecedentes, impulsará al dólar solo por la presunción de que la Fed moverá las fichas. Una medición menor a lo esperado tendrá el efecto contrario.
Como siempre, y para evitar problemas, lo mejor será dejar pasar los minutos en que los precios se mueven sin respetar los parámetros técnicos, y luego sí tomar acción en el mercado. De esta manera se evitan dolores de cabeza absolutamente evitables.