Se habla mucho de las emociones en el trading, de que si fuésemos robots y no nos afectaran nuestros sentimientos a la hora de operar, seríamos en la gran mayoría de los casos ganadores.
Todos hemos tenido esa sensación cuando testeamos nuestras estrategias en demo de que hemos encontrado nuestro sistema, nuestra forma óptima de operar, y además con unos resultados extraordinarios. Por ello, cogemos papel y boli para realizar un cálculo aproximado y decimos: ¡Ostras! En unos diez años si se mantiene todo igual podría llegar a doblar mi cuenta en varias ocasiones, ¿a qué estoy esperando a pasarlo a real?
Pero, ¿qué diferencia existe entre operar en demo o real? ¿Qué nos afecta tanto?
El ser humano está cargado de emociones, sentimientos que brotan de nuestro interior y que son difícilmente controlables. Al introducir una orden en real en el mercado, nuestra mente pone en primer plano dos aspectos clave: riesgo e incertidumbre.
- Riesgo a perder en la operación y que poco a poco mi cuenta de trading vaya disminuyendo.
- Incertidumbre de que mis análisis estén correctos y acierte en la dirección que he predicho.
Si juntamos estos dos factores, nos da como resultado el gran problema de todo trader y por qué nuestros resultados varían en un tipo de cuenta u otra: el estrés.
A mayor riesgo, mayor incertidumbre y, por tanto, mayor estrés. Esto conduce a la angustia, la causante de tomar malas decisiones, por la que no vamos a operar en condiciones óptimas y vamos a alterar nuestro sistema. Por ello los resultados extraordinarios que antes teníamos ya no lo serán, hasta el punto incluso de llegar a ser nefastos.
Y entonces, ¿cómo podemos solventar esta situación?
Si estamos preparados para la adversidad responderemos con un estrés normal, y no llegaremos al extremo de que sea angustioso. El trading siempre va a ser estresante, pero está en nosotros mismos el que no se pase de la raya y nos deje hacer nuestro trabajo de una forma eficiente.
Por ejemplo, si no aceptamos las pérdidas, el momento en que tengamos una racha perdedora nos va a producir una enorme angustia que nos puede llevar incluso a abandonar. Por el contrario, si sabemos que nuestras pérdidas forman parte de nuestro trabajo y que son como costes fijos, nos producirá un estrés normal, es decir, nos estaremos preparando para la adversidad.
Tenemos que focalizar nuestra atención en controlar nuestro riesgo, ya que una gestión adecuada del mismo puede marca la diferencia en el camino hacia la consistencia.
Para lidiar con las posibles condiciones adversas que nos producen el estrés y nos llevan a la angustia, debemos de prestar atención a:
- Establecer un plan de trading: conocer nuestros parámetros de entrada y salida al mercado, los activos en los que vamos a operar, el horario en el que vamos a centrar nuestra estrategia. Elaborar y conocer nuestro plan será el primer paso para hacer un trading en un estado mental que mantenga elevada nuestra confianza, motivándonos en cada nueva experiencia en el mercado.
- Limitar el tamaño de nuestras posiciones: debemos llevar una buena gestión monetaria. No nos produce el mismo estrés saber que una operación perdedora nos supondrá el 1% de nuestra cuenta o la mitad de la misma. Hay que tener siempre presente que nuestro capital es la cantidad de dinero que disponemos para operar, si lo perdemos todo, se acabó.
- Siempre entrar al mercado con un nivel de stop loss: con la volatilidad que existe en todo tipo de mercados, y debido a la aleatoriedad de los mismos es muy normal entrar en una operación y que vaya en nuestra contra. Hay que saber gestionar nuestra posición y entrar siempre con un nivel de pérdida acorde a nuestra cuenta. Recordad, no queremos quebrar nuestra cuenta, así que vamos a entrar sabiendo desde el primer momento lo que estamos dispuestos a perder, y si llega ese momento, que se realice de forma automática por si nos traiciona nuestro subconsciente llegada la hora de la verdad.
A simple vista, parecen unos pasos muy obvios, y que cualquier trader conoce, pero no sólo debemos quedarnos en el paso de conocernos, sino ir más allá, ponerlos en práctica, y sobre todo con constancia.
Por ello, tanto para aquellos que están pensando pasar a real su estrategia que tan bien funcionó, o para los que ya están en real y no saben por qué difieren sus resultados de los que testeó, les lanzo la siguiente pregunta:
¿Cómo estáis gestionando vuestro estrés?
Quizás la respuesta os dé la clave para lograr un trading consistente.
Ya lo dijo Charles Darwin: “No es la especie más fuerte la que sobrevive, ni la más inteligente, sino la que responde mejor al cambio”.