Dos altos funcionarios de la Reserva Federal de Estados Unidos respaldaron cautelosamente la medida agresiva del Banco de Japón para impulsar a la economía nipona y dijeron el jueves que eso podría ayudar a las economías a nivel global.
El presidente de la Fed de Atlanta, Dennis Lockhart, y el jefe de la Fed de Chicago, Charles Evans, expresaron su esperanza de que el Banco de Japón finalmente pueda volver a encarrilar a la economía del país asiático luego de dos décadas de deflación.
“Tener a Japón entrando y saliendo de períodos de deflación en los últimos años y estar al borde de la deflación y la reactivación, versus crecimiento, no es un elemento saludable de la escena global”, declaró Lockhart a los periodistas en el marco de un foro sobre inversiones realizado por estudiantes de la Universidad de Dayton, Ohio.
“De modo que su preparación para adoptar más acciones agresivas, si funciona, ciertamente ayudará a todos”, agregó.
Los funcionarios de bancos centrales a nivel global digerían el jueves los detalles sobre el plan de estímulo monetario del Banco de Japón, que no tiene rival en magnitud ni siquiera en las acciones sin precedentes de la Fed de alentar el crecimiento económico post recesión en Estados Unidos.
El Banco de Japón prometió inyectar 1,4 billones de dólares en la economía japonesa en menos de dos años, una apuesta radical que apunta a impulsar el crecimiento y levantar las expectativas inflacionarias del país.
“De alguna forma llenan una pieza más de una imagen global de política expansiva agresiva”, comentó Lockhart, quien agregó que la medida del Banco de Japón deja al Banco Central Europeo (BCE) como el menos expansivo de los tres grandes bancos centrales del mundo desarrollado.
“Cómo funcionará o qué tan efectivo será, es demasiado temprano para decirlo”, agregó.
Evans calificó el plan del banco central japonés como “bastante agresivo” en declaraciones a los periodistas.
“Ciertamente espero que cada banco central extranjero en el mundo sea capaz de adoptar políticas que finalmente conduzcan a las economías más vibrantes que (…) puedan tener porque lo necesitamos (…)”, sostuvo.
“No habrá un país exitoso que será el motor de crecimiento para todos los demás”, añadió.