Más allá de quien dice que un valor va a subir o va a bajar, más allá de ser un buen analístista técnico, un buen gestor del money management, del control emocional o de ciertas habilidades innatas a la hora de tomar decisiones. Más allá de todo eso, existe un aspecto fundamental del cual pocos hablan y es el denominador común de todas las técnicas anteriores y como consecuencia, de todo buen trader con resultados consistentes y constantes. Hablo del buen uso de la retrospectiva.
La restrospectiva es una técnica que nos aporta toda la información necesaria de todo aquello que queramos saber en un determinado momento. Es la caja negra del trading. Nos indicará qué ocurrió en una determinada operación pasada y cuales fueron sus causas y consecuencias.
Para que todos me entiendan, es la posibilidad de volver al momento en el cual tomé una decisión en el mercado.
La retrospectiva será presentada como un buen "balance scorecard". De forma sencilla, que a golpe de vista podamos saber todos aquellos indicadores para no volver a repetir lo que en un grado relevante solemos hacer.
La consecuencia más inmediata de no educar tu retrospectiva es que una vez que se sabe lo que ha ocurrido, se tiende a modificar el recuerdo de la opinión previa a que ocurrieran los hechos, en favor del resultado final.
Los individuos están, en realidad, sesgados y condicionados por el posteriormente adquirido conocimiento de lo que efectivamente ha pasado cuando evalúan su probabilidad de predicción antes del suceso o hecho.
Sin conocimiento del futuro no hubieran tomado decisiones diferentes o correctas. Este prejuicio es en realidad producido por un error en la memoria, es un efecto menor del "déjà vu".
El efecto «siempre supe que iba a pasar», «lo sabía», «ya lo había supuesto», «ya lo decía yo» no tiene cabida en el mundo del trading, te sacude la cuenta y mina tu mente. De ahí la importancia de la educación retrospectiva.