El crecimiento económico en Estados Unidos fue más débil que lo previsto en el segundo trimestre debido a que una severa sequía redujo los inventarios, lo que prepararía el terreno para un desempeño aún más débil en el actual trimestre ante una ralentización de la actividad fabril.
El Producto Interno Bruto creció a una tasa anual de un 1,3 por ciento, su menor ritmo desde el tercer trimestre del 2011 y un nivel inferior al 1,7 por ciento previsto el mes pasado, dijo el jueves el Departamento de Comercio.
La revisión a la baja del PIB refleja un gasto del consumidor y empresarial menor a lo esperado. Los desembolsos en construcción de viviendas residenciales y crecimiento en las exportaciones tampoco fueron tan robustos como se esperaba.
Los economistas encuestados por Reuters preveían que el crecimiento del PIB en el segundo trimestre no fuera revisado y se mantuviera en un 1,7 por ciento.
La economía creció un 2 por ciento entre enero y marzo.
La peor sequía en medio siglo, que afectó grandes zonas del país en el verano boreal, hizo caer los inventarios agrícolas en 5.300 millones de dólares en el segundo trimestre tras bajar 1.000 millones de dólares en los primeros tres meses del año.
Los datos para el tercer trimestre no son mucho más auspiciosos para el ritmo de crecimiento, incluso si el mercado inmobiliario se recupera de una crisis que ya lleva seis años.
La actividad fabril, pilar de la recuperación de la recesión del 2007-09, se está enfriando, afectada los temores de un endurecimiento de la política fiscal estadounidense en enero y una desaceleración de la demanda global.