El BCE mantiene las tasas y prevé una pronta recuperación de la eurozona

El Banco Central Europeo dejó el jueves su principal tasa de interés sin cambios en un mínimo histórico de un 0,5 por ciento y dijo que mejores datos económicos en mayo confirmaron su pronóstico de una recuperación gradual para este año desde una prolongada recesión.

El presidente del BCE, Mario Draghi, dijo en una conferencia de prensa que la política expansiva del banco “debería seguir respaldando las perspectivas de una recuperación económica más tarde en el año” y permanecerá “expansiva” por el tiempo que sea necesario.

También dijo que el banco aún busca formas de impulsar el crédito a pequeñas y medianas empresas y para revitalizar el mercado para valores respaldados por activos, pero que cualquier acción “no es para el corto plazo”.

El BCE redujo levemente su panorama económico para la zona euro este año y afirmó que la producción bajaría un 0,6 por ciento en el 2013, pero que crecerá un 1,1 por ciento el próximo año.

El cuerpo técnico del BCE estima una inflación de un 1,4 por ciento este año y de un 1,3 por ciento en el 2014, por debajo de la meta del banco de menos, pero cerca, de un 2,0 por ciento.

Draghi dijo que el consejo gobernante que fija la tasa de interés discutió en su reunión mensual sobre la posibilidad de reducir a menos de cero la tasa a la que los bancos depositan dinero en el banco central.

El BCE está técnicamente listo para hacerlo, pero mantendrá esa y otras opciones no convencionales “en la estantería” por ahora, sostuvo.

CONSENSO

Al ser consultado si la decisión fue unánime, Draghi respondió que existió un consenso respecto a que “no hubo ningún cambio de dirección que requiera de acción inmediata”. En el pasado, ha usado el término “consenso” para señalar a una gran mayoría en vez de unanimidad.

“Esto puede ser visto como una reacción a la leve mejora en los índices de gerentes de compras (PMI), que parecen indicar que lo peor ha pasado en la zona euro”, dijo David Kohl, economista jefe para Alemania en Julius Baer.

Una amplia mayoría de los 81 economistas consultados por Reuters antes de la decisión de las tasas dada a conocer el jueves no esperaba que el BCE recortara su principal tasa de refinanciación o su tasa de depósito durante este mes o en el futuro próximo.

Draghi no descartó nuevas medidas de política monetaria si fueran necesarias.

Sondeos de índices de gerentes de compras mostraron el miércoles que la actividad empresarial de la zona euro se contrajo en mayo, pero a un ritmo ligeramente más lento. Las desaceleraciones han bajado su ritmo en Francia, Italia y España, mientras que Alemania se está estabilizando, según los datos.

La inflación, que se desaceleró a un 1,2 por ciento en abril, subió de nuevo a un 1,4 por ciento en mayo, cerca de la meta de justo por debajo del 2 por ciento del BCE, mientras que Eurostat confirmó que la economía del bloque se contrajo un 0,2 por ciento en el primer trimestre del año.

“Si los datos decepcionan en el futuro, una reducción de la tasa de refinanciación se convierte en una opción”, dijo el economista de ABN Amro Nick Kounis.

Las acciones europeas extendieron sus caídas y los rendimientos de los bonos de países de la periferia de la zona euro subieron tras los dichos de Draghi, luego de que advirtió no ser demasiado optimistas sobre las condiciones actuales de mercado.

PUERTA ABIERTA

Draghi mantuvo la presión sobre los gobiernos de la zona euro para que mantengan el ritmo del déficit y la reducción de la deuda, y dijo que debería dárseles más tiempo a los países para que corrijan déficits excesivos sólo en circunstancias excepcionales.

Sus comentarios parecieron críticos respecto a la decisión de la semana pasada de la Comisión Europea de otorgar más tiempo a cinco países para que reduzcan sus déficits presupuestarios al límite de la Unión Europea de un 3 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), incluyendo una extensión de dos años a Francia.

En la conferencia de prensa tras la decisión de tasa del mes pasado, Draghi dijo que el banco central abordaría las tasas de depósito negativas “con una mentalidad abierta y estamos listos para actuar si fuera necesario”.

La diferencia en los costos del crédito en varias partes de la zona euro se han convertido en un gran dolor de cabeza para el BCE, pues empresas y consumidores en el endeudado sur tienen que pagar tasas de interés mucho mayores que sus contrapartes en el norte.

Tras meses de insinuar que se tomarían acciones, el BCE ha buscado ahora contener las expectativas.