El Banco Central Europeo (BCE) mantuvo el jueves sin cambios su tasa principal para ayudar a Italia y otros países de la zona euro en dificultades, a pesar de la amenaza de que las turbulencias políticas del país transalpino puedan empeorar la crisis de la deuda del bloque.
En su reunión mensual de política monetaria, el BCE mantuvo su principal tasa de refinanciación en un récord mínimo del 0,75 por ciento, en línea con lo que la mayoría de los economistas esperaban en un sondeo de Reuters.
Draghi ha enfatizado en que la gran prioridad del banco central es fortalecer la transmisión de su política monetaria expansiva a lo largo de todo el bloque de la moneda única.
El BCE también se cuestiona el tema de si un recorte de las tasas tendría mucho efecto.
“Las tasas de interés no son el problema, sino que el diferencial entre las tasas de interés del núcleo y la periferia de la zona euro. No se puede lograr mucho con un recorte y el BCE parece estar consciente de esto”, dijo Michael Schubert, economista de Commerzbank.
Las elecciones no concluyentes realizadas en Italia la semana pasada han aumentado las divergencias y, potencialmente, podrían poner fin a la calma que el BCE logró imponer con su promesa efectuada en septiembre de hacer lo que sea necesario para preservar la moneda única.