Una vez, el filósofo alemán Arthur Schopenhauer dijo que el hombre no proviene del mono, sino que va hacia el mono. Y esto me hizo plantear lo siguiente:
La tarde del 1 de enero del 2019, después una larguísima y copiosa comida, me vino a la mente la típica frase que se dice en el mundillo de las inversiones de que un mono tirando dardos sobre una lista de acciones cotizadas en la bolsa de Nova York tiene mayor éxito que cualquier inversor.
Quise verificar esta archiconocida frase y para ello decidí realizar el siguiente experimento: De forma completamente aleatoria creé una cartera equiponderada escogiendo 8 acciones a nivel mundial y comprobaría su rentabilidad a 31 de diciembre del 2019 y lo compararía con el performance de mi propia estrategia y del índice MSCI World.
Escogí 8 índices de diferentes países y seleccioné la empresa que ocupaba la posición 20, también de forma aleatoria. Las empresas escogidas al azar fueron las siguientes:
- Ibex 35 – Inditex (MC:ITX)
- Dax 30 – Linde
- Dow Jones 30 – Nike (NYSE:NKE)
- S&P 500 – Align
- Nasdaq 100 – Applied Materials (NASDAQ:AMAT)
- Cac 40 – Louis Vuitton
- Shanghai - Anhui Kouzi Distillery Co Ltd
- SMI Suiza – Zurich Insurance (SIX:ZURN)
Al cabo de un año, la tarde del 31 de diciembre del 2019, antes de prepararme para fin de año, me fui a la web de Investing.com para observar la rentabilidad de esos valores escogidos al azar 365 días atrás. El resultado fue el siguiente:
- Inditex – 40,71%
- Linde – 37,12%
- Nike – 36,65%
- Align – 33,24%
- Applied Materials – 86,44%
- Louis Vuitton – 60,42%
- Anhui Kouzi Distillery Co Ltd – 56,57%
- Zurich Insurance – 35,48%
Al ser una cartera equiponderada, la rentabilidad media de la cartera hubiera sido del 48,32% a lo que habría que sumarle al menos un 2% por efecto de los dividendos. (No considero el cambio de divisas). Es decir, una cartera creada de forma aleatoria obtuvo mejor rentabilidad que mi propia cartera y que el rendimiento del MSCI Word o de cualquier otro índice, inclusive del Nasdaq100, que fue el índice que se revalorizó más el año pasado.
Recuerdo que tanto gestor Peter Lynch en el libro Un paso por delante de Wall Street como el Trader Mark Douglas en el libro Trading en la zona insisten y recalcan que el mercado es aleatorio, completamente aleatorio.
Siempre existirán gestores de Hegde Funds, de fondos de inversión y de banca creyendo que pueden batir al mercado escogiendo empresas en base a miles de horas de análisis fundamentales y análisis macro y de centenares de reuniones con los equipos directivos de las empresas en las que quieren invertir intentando refutar que el mercado no es aleatorio y que existen ineficiencias que el buen gestor puede identificarlas y que las aprovecha para generar alfa en su cartera.
Y entre decenas o centenas de miles de gestores e inversores que existen en todo el mundo realizando este trabajo alguno debería superar al mercado. Pero… ¡ojo, sorpresa! Pues la realidad es que, por simple estadística, deberían existir muchos más gestores que superasen al mercado de los que lo realmente lo consiguen.
Y de esto último deriva la siguiente paradoja interesante. Quien supera al mercado, ¿lo supera porque es bueno y realiza correctamente la selección de empresas en la que invertir o es porque estadísticamente le ha tocado?
No tengo una respuesta clara a esta pregunta, pero lo que sí que puedo confirmar es que el año pasado un mono tirando dardos en una lista de acciones superó al mercado. Lo conseguirá también este 2020.
Y retomando la frase inicial de Arthur Schpenhauer ¿No será que para sacar mejores rentabilidades nos deberíamos parecer más a los monos?