El cobre caía el martes ante la cautela de los inversores que aguardaban que la Reserva Federal estadounidense precise los planes para su programa de estímulo monetario en una reunión de dos días que culminará mañana.
Los precios del metal estaban presionados además por un dato que mostró que el alza de los precios de las viviendas en China se desaceleró por segundo mes consecutivo en mayo, en una señal de que los esfuerzos de Pekín por estabilizar el mercado inmobiliario están teniendo algunos efectos.
El cobre a tres meses en la Bolsa de Metales de Londres caía un 1,02 por ciento, a 7.010 dólares la tonelada en ruedas oficiales.
El metal alcanzó su mayor caída semana desde mediados de abril la semana pasada, aunque ha operado en un rango de entre 6.800 y 7.400 dólares la tonelada en los últimos dos meses.
El programa de compra de bonos de la Fed ha dado fuerte apoyo a los mercados mundiales, pero comentarios recientes de su presidente Ben Bernanke, de que podría desacelerarlo si la economía estadounidense mejora, han puesto nerviosos a los inversionistas.
Gráficamente, el metal rojo sigue presionado a la baja en busca de la zona de soporte representada por el nivel de los 3,0 dólares la libra.