Despues de seis años de crisis, cada cual a su nivel, parece que ha llegado el momento en que TODOS lo han asumido. Es una realidad que va más allá de lo que los libros dicen. No olviden que siempre se escribe de lo que ha sucedido. Lo demás es puro ruido y fantasía.
Es evidente que la economía real está sumida en una más que profunda crisis económica, política, social y de valores. Obviamente, siempre será la más perjudicada. La masa, el vulgo siempre paga doble, por desconocimiento, por ignorancia particular y por vivir por encima de sus posibilidades.
Ahora toca a la economía financiera. Ésta inicia su proceso particular de asumir su papel a la baja. De asumir la realidad y de dejar de vender papel mojado y chicharros mediáticos. Ha llegado a su tope financiado por el vulgo más que apaleado.
Estuvo "bien" mientras duró, primero pagan los remeros y luego el capitán, normalmente no suele ser así, pero esta vez también el capitán sale perjudicado. El tsunami es tan potente que no hay dios que lo pare por mucho remero que haya.
Lo del viernes es un toque, un toquecito, una llamada, un esbozo de lo que comienza a partir de ahora. Los mercados comienzan su personal vía crucis, a reducir gastos y posiciones y a restringir el crédito en masa por las altas esferas.
De nuevo a la masa le tocará pagar doble, por lo suyo y por lo de los demás. Siempre fue así. No es el sistema, es la codicia del ser humano, desde el charcutero de la esquina hasta el socio mayoritario de un gran hedge fund con sede en Palm Beach.
Comienza el personal vía crucis financiero de los mercados. El miércoles la Fed debería anunciar que el comprar se va a acabar. Por el bien de todos.