Mejoras importantes en las perspectivas del déficit para 2013 y más adelante
El déficit fiscal estimado será 4.0% del PIB en 2013, en comparación con la estimación anterior de 5.3%
Los recortes automáticos son los responsables de los mayores cambios, pues reducen el gasto hasta 2023
Se avecina otro verano de creciente incertidumbre política
Esta semana, la Oficina Presupuestaria del Congreso (CBO) hizo públicas las proyecciones presupuestarias para los ejercicios fiscales 2013-2023. El informe anterior se publicó en febrero, justo un mes antes de que el Congreso aprobara oficialmente la implementación de recortes automáticos del gasto por valor de 85 mil millones de dólares (mmd) en el ejercicio fiscal 2013. La CBO es normalmente bastante optimista en lo que se refiere a proyecciones fiscales, por lo que no es sorprendente que el informe actualizado muestre una imagen más favorable de la situación fiscal del gobierno, especialmente a corto plazo. Se prevé que en 2013 los ingresos serán casi 4% más altos de lo que se estimaba en febrero, mientras que los gastos serán 2.8% más bajos. En última instancia, la CBO calcula que el déficit fiscal llegará a 4.0% del PIB este año, en comparación con la estimación de 5.3% de febrero. Esto supone una mejora considerable en comparación con las estimaciones anteriores y también en comparación con las previsiones de nuestro escenario central, que considera un déficit de 5.4% del PIB en 2013. Nuestras previsiones coinciden un poco más con las previsiones de la CBO para 2014 y 2015, 3.8% y 2.6% del PIB, respectivamente.
Estas proyecciones actualizadas, que se basan en los últimos cambios acontecidos en las esferas política y financiera, se dividen entre gastos e ingresos. En cuanto a los gastos, la CBO ha revisado sus proyecciones basándose en la reducción del gasto tanto en programas obligatorios como en programas discrecionales. Una parte significativa de la reducción del gasto procede de un ajuste en los pagos de Fannie Mae y Freddie Mac, que se espera que hagan pagos trimestrales al Tesoro. Directamente relacionados con el patrimonio neto, estos pagos están clasificados como ingresos compensatorios y la CBO estima que proporcionarán 95 mmd adicionales, por lo que se contrarrestarán las presiones y el déficit presupuestario se reducirá en 2013. Dado que se prevén reducciones del gasto por valor de 522 mmd en los 9 años restantes, la CBO apunta hacia el reciente recorte automático como causa de la revisión de las proyecciones debido a los recortes presupuestarios generalizados. Se prevé que tanto el gasto discrecional como el no discrecional disminuirá debido a los recortes presupuestarios, pero la CBO advierte que sus estimaciones podrían incrementarse si se adoptan medidas políticas para impedir algunas de las reducciones del gasto previstas.
En lo que respecta a los ingresos, la CBO revisó al alza su estimación de ingresos fiscales como porcentaje del PIB para el periodo 2012-2015 debido al reciente aumento de las deducciones salariales y sus efectos sobre la base imponible. En enero de 2013 finalizó el recorte de 2% en las deducciones salariales, lo que impulsó a los contribuyentes a hacer efectivos sus ingresos en 2013 en previsión del aumento de impuestos. La CBO estima que este cambio del ingreso efectivo en los impuestos de 2012 incrementará los ingresos como porcentaje del PIB de 15.8% al nuevo 17.5% previsto. Este incremento también se produce en 2013 y la CBO estima que es probable que ocurra hasta 2016, cuando la tasa se estabilizará en 19% hasta 2023. Como indica la CBO en referencia a los gastos, la situación depende de las medidas políticas del gobierno durante el periodo. Si el presidente Obama implementara un recorte de impuestos que revirtiera todos o parte de los ingresos, lógicamente las proyecciones actuales no serían ya exactas y habría que rebajar las estimaciones.
Conclusiones: Una historia interminable…
En general, las proyecciones revisadas de la CBO no afectan al panorama de la política fiscal de mediano a largo plazo. Los efectos a corto plazo se basan principalmente en el statu quo predominante en el próximo lustro, que la CBO advierte que es posible pero está lejos de estar garantizado. Teniendo en cuenta que el debate de las negociaciones presupuestarias actuales está previsto para finales de septiembre, podrían adoptarse medidas para frenar o para incrementar determinados gastos. Sin embargo, dada la falta de avance de las negociaciones con respecto a los recortes y al incremento de los impuestos, es probable que el statu quo se haga permanente. Si se impusieran medidas que evitaran parcial o completamente los recortes del gasto establecidos para la próxima década, entonces, como indica la CBO, el déficit presupuestario aumentaría en línea con lo que dictaran dichas medidas. Además, aunque la suspensión del techo de deuda termina el 19 de mayo, el Departamento del Tesoro puede arreglárselas para pagar deudas hasta el fin del ejercicio fiscal, pero ¿qué sucederá después? Según la incertidumbre política del pasado año, cabe esperar que lo más probable es que en los próximos meses vuelvan a producirse fisuras políticas cuyo resultado será posponer una vez más la solución.