Con un contexto absolutamente favorable, el dólar se encamina a nuevos máximos de años ante las monedas líderes.
Encabezadas por el yen, que no deja de perder posiciones luego de la devaluación impuesta por el Banco de Japón la semana pasada, las divisas principales pierden velozmente terreno frente al dólar, que se fortalece al ritmo de datos macroeconómicos de Estados Unidos más que positivos, y noticias negativas para la mayoría de los bloques económicos.
El jueves, la presentación de Mario Draghi, presidente del Banco Central Europeo, al cabo de la reunión de política monetaria de la entidad, disparó una baja del euro, que quebró por primera vez en más de dos años la zona de 1,23.
Sin decir mucho, como acostumbra, y sin dar cifras de cual será el estímulo a la economía de la eurozona por parte del BCE -llegó a enojarse con un periodista que le preguntó por dicha cifra reiteradas veces-, el euro no pudo sostenerse siquiera por encima de 1,25, aún cuando los gráficos de corto plazo parecían ayudarlo. Sin embargo, dejó en claro la unanimidad de las decisiones tomadas por la entidad, en momentos en que circulan rumores de fuertes cuestionamientos hacia Draghi por parte de distintos bancos centrales.
La libra esterlina siguió el camino del euro, y se aleja de la zona de 1,60, luego de una híbrida reunión de política monetaria del Banco de Inglaterra, en tanto el yen sigue un camino bajista que no encuentra, por ahora, un freno.
Y como si algo faltara en este contexto ganador del dólar, la publicación, el viernes a las 8:30 del este, del dato de empleos de Estados Unidos, podría darle el broche de oro a la moneda norteamericana; se espera que en octubre se hayan creado unos 235.00 puestos de trabajo, con una tasa de desempleo que se mantendría en el 5,9%, datos muy buenos y que presionarían, otra vez, a la Fed a tomar acción con su tasa de interés de referencia, sobre la cual no muestra apuro alguno en mover.
Claro que un dato de empleos de este tenor presiona sobre el consumo, y este sobre los precios; con una tasa de inflación aún lejos de los niveles de alarma para la Fed, pero algo más cerca que meses atrás, las acciones líderes de Wall Street, que en estos tiempos parecen imbatibles, comenzarán a ceder posiciones en la medida que un aumento de tipos de interés aparezca en el horizonte.
Pero no parece ser el día ni el momento para terminar con la fiesta de las acciones; día a día, los índices bursátiles tocan máximos históricos, y aunque se sabe que las correcciones suelen ser enormes, por ahora es nítida la tendencia alcista de los mismos.
En las horas previas a los datos de empleo mencionados, el euro cotiza a 1,24, manteniendo una tendencia bajista marcada, con soportes en 1,2365, que tocó el jueves a última hora, 1,2330 y 1,2305, y resistencias en 1,2430, 1,2445, 1,2465 y 1,25.
La libra esterlina vuelve a caer en estas horas, luego de conocida la balanza comercial de Reino Unido, que ofreció cifras decepcionantes. La moneda británica llegó entonces en las últimas horas a su mínimo desde septiembre de 2012, y tiene soportes en 1,58, 1,5775 y 1,5745, siendo sus resistencias 1,5855, 1,5880 y 1,5905.
El yen, por su parte, podría ser protagonista en la sesión americana: una serie de divergencias entre los indicadores de momento, RSI y estocásticos 5-3.3 en las temporalidades de 4 horas, tanto en su cruce con el dólar, el euro y la libra Esterlina, están anticipando su recuperación.
En el caso, del par USD/JPY, los soportes a seguir desde el actual 115,14 son 114,80, 114,40 y 114,05. Las resistencias, 115,50, que tocó en su máximo de 7 años a primera hora, 115,80 y 116,10.
El resto de las divisas líderes ofrece un panorama similar al de las nombradas: tanto el dólar australiano como el dólar canadiense mantienen fuertes tendencias bajistas ante el dólar, aunque aparecen muy sobre vendidas, de cara a una sesión americana que promete ofrecer fuertes oscilaciones de precios.