El dato de empleos de Estados Unidos de julio dejó un sabor agridulce en los mercados: si bien la cifra de puestos de trabajo estuvo por debajo de lo esperado, la tasa de desempleo cayó al 7,4%, la más baja desde inicios de 2009, cuando la crisis recién estallaba y se perdían cientos de miles de nóminas por mes.
Sobre el cierre de la sesión del viernes, las acciones principales de Wall Street se mantuvieron al alza, y las monedas líderes presentaron un comportamiento similar ante el dólar, aún después de varias horas de incertidumbre.
La semana se inició sin sorpresas. El euro y la libra Esterlina con panoramas algo distintos en el mediano plazo, pero parecido en temporalidades pequeñas. La moneda única podría perder más posiciones al quiebre de 1,3225/30, primer soporte, y perder incluso la cota de 1,32 rápidamente en ese caso. La libra, en tanto, se presenta algo más estable y con mayores probabilidades de hacer pie frente al dólar.
El yen volvió a tomar fuerza durante la sesión americana, movimiento que se extiende desde el dato de empleos del viernes. Las acciones del Nikkei 225 no tuvieron un buen día, y la moneda local aprovechó para posicionarse al alza en todos los frentes, con acento en el par EUR/JPY, que presenta una señal bajista importante, tal vez la más clara de los pares principales.
En cuanto al dólar australiano, no ofrece cambios relevantes en estas horas, aunque su tendencia bajista de corto plazo parece entrar en una zona de agotamiento, augurando una ligera recuperación del aussie en las próximas horas.
En cuanto a la agenda del día, el ISM de servicios en Estados Unidos, a las 10:00 del Este, será el dato más importante a seguir.