A pesar de no extender las ganancias más allá del umbral de 1,15, el EUR/CHF logró consolidar las ganancias. El par ha estado operando entre 1,1259 y 1,1538 durante las últimas cuatro semanas. Sin embargo, la moneda única ha completado su repunte de puesta al día frente al franco suizo. Por lo tanto, mayores ganancias son poco probables, especialmente en el contexto de las crecientes incertidumbres antes de la reunión de septiembre del BCE y de la cotización actual del euro frente a sus pares.
Desde el comienzo del año, la moneda única ha subido más de un 8,5% sobre una base ponderada por las operaciones, al tiempo que ha ganado “sólo” un 7,30% frente a la moneda helvética, con esta última aun aprovechando al máximo su estatus de refugio. Sin embargo, la marea está lentamente girando nuevamente a favor del CHF, dado que Draghi mantiene a los inversores en la oscuridad. El resurgimiento de los temores de que Draghi no cumpla con las expectativas muy probablemente pese sobre el EUR/CHF en los próximos días.
En cuanto a los depósitos totales a la vista del Banco Nacional de Suiza (BNS), se puede notar que se han mantenido bastante estables durante todo el verano, con una contracción de los depósitos internos de aproximadamente 17.300 millones de francos, mientras que los depósitos totales subieron en 3.700 millones de francos. Esta estabilización permitió que el BNS pasara un verano agradable y tranquilo. Sin embargo, el verano está llegando a su fin.
El EUR/CHF bajó a 1,1374 el lunes por la mañana, una caída de 0,20% desde 1,1407 en la apertura. En la zona bajista, un soporte se encuentra en 1,1259 (mínimo del 18 de agosto), mientras que al alza una resistencia se puede encontrar en 1,1538 (máximo del 4 de agosto). Mantenemos nuestra visión bajista sobre el par, ya que esperamos que los inversores volverán pronto a puerto seguro antes de la reunión del BCE de la próxima semana.