El dibujo que nos deja ahora el Dow Jones para el medio plazo parece un triángulo rectángulo descendente que, como su nombre indica, tiende a romper a la baja. Sin embargo, recordemos que no hace mucho tiempo eso era un triángulo simétrico cuya ruptura no ha tenido consecuencias tendenciales.
Por lo tanto, seguimos pendientes de los grandes niveles (aún así, de corto plazo) que significan los 23.300, para pensar en un escenario correctivo, y de los 25.500, que nos devolverían a la neutralidad.
Por su parte, el S&P 500 ha vuelto a romper el triángulo en el que estaba metido, aunque en esta ocasión ha sido a la baja (conviene recordar que hace un par de semanas había hecho lo propio, pero al alza). Lo ha hecho tan cercano al vértice que puede no tener consecuencias tendencialmente bajistas; no, al menos, mientras aguante por encima de los 2.530 puntos.
La primera resistencia importante la encontraríamos en los 2.715 puntos.