Como podemos ver, ahora mismo, tenemos un techo en torno a los 1,0830 dólares en el EUR/USD, aproximadamente en el 50% de Fibonacci, en el que podríamos empezar a dar por finalizada nuestra onda 2 del movimiento principal, así como la onda C del retroceso de esta misma onda 2.
Tras conocer los datos de empleo de la semana pasada, el precio volvió a reaccionar al alza, aunque sin llegar a superar los 1,0780 dólares con claridad. En consecuencia, no podemos precipitarnos y deberíamos aventurarnos a asegurar que hemos finalizado la onda 2. Está claro que, siempre que no supere este máximo, este análisis sería validado. De lo contrario, como ya dijimos, el próximo punto a tener en cuenta son los 1,0935-1,0940 dólares.
Para confirmar que el precio ha comenzado a caer, deberíamos tener en cuenta, como vemos en este gráfico, que los 1,07 dólares ahora están actuando como soporte -además, lo está haciendo con firmeza-. Con lo cual, no tendríamos que considerar el, tomar posiciones cortas, más allá de las que se hayan podido tomar desde arriba, desde los 1,0820 dólares, ya que la ruptura de este soporte es clave. Ya, una vez que lo rompa, sí que es cierto que el movimiento bajista tomaría bastante fuerza y, probablemente, el dólar se apreciaría de manera pronunciada.
Esta zona clave es el 38,2% de todo el movimiento principal, desde las elecciones de Estados Unidos de 2016. Justamente, si tiramos una línea de tendencia alcista (como la turquesa de este gráfico), podemos ver como esta zona clave que tenemos apuntada coincide con esta tendencia alcista, que comenzó la tarde del 3 de enero, cuando el precio hizo 1,0340 dólares, mínimos desde 2003.
Por lo tanto, las dos opciones que planteamos son las siguientes:
Opción A: Que el precio rompa los 1,07 dólares y confirme que estamos en la onda 3 del movimiento principal, desarrollándose un fuerte movimiento bajista, a favor del dólar.
Opción B: Que los 1,07 dólares sigan actuando como soporte e impulse el precio por encima de los 1,0830 dólares, que, ahora mismo, es el máximo que ha tocado el par, desde primeros de diciembre del año pasado. En todo caso, nosotros consideramos que, a medio-largo plazo, el dólar debe apreciarse y, por tanto, estamos, solamente, en una corrección. Fuerte, pero una simple corrección.