Realmente la revalorización del dólar es un hecho que nos preocupaba bastante de cara al cierre de ejercicio. No en vano, históricamente ha estado correlacionada la fortaleza del dólar con fases correctivas de los mercados. No sabemos a ciencia cierta qué va antes, pero la correlación existe. Y es que cuando los inversores no tienen nada claro que los activos de riesgo pueden seguir subiendo buscan refugio. El dólar, el oro y la renta fija son refugios históricos y, por eso, cuando el dólar se revaloriza siempre genera ciertas dudas sobre la fuerza de la tendencia.
La fortaleza del dólar que comentábamos la semana pasada, entre otros motivos, se debía a declaraciones de varios miembros de la FED (otra vez) sobre la necesidad de ser más agresivos en la subida de tipos de interés. En el siguiente gráfico vemos que el dólar índex ha subido un 3% en el mes actual, tras rebotar este verano en el lateral que dura ya más de dos años.
Y es que ayer se publicó un dato débil de inflación en Estados Unidos. La inflación subyacente salió una décima menos de lo esperado (0.1% mensual vs 0.2% y 2.2% anual vs 2.3%). Esto hace que se reduzca un 5% la probabilidad de que suban los tipos en diciembre. Esto no es lo importante, ya que casi todo los inversores dan por hecho que la FED subirá tipos en diciembre (63% actual frente a 67% hace una semana). Lo importante es que se reduce bastante la probabilidad de que haya más subidas de tipos en el primer trimestre del 2017. Subidas sucesivas de tipos, sí que generarían volatilidad en el mercado de divisas.
Para la reunión de marzo, la probabilidad de que haya dos subidas de tipos ha bajado del 22.3% hasta el 16.8%. Incluso para la reunión de junio, la probabilidad de dos subidas de tipos sigue siendo muy baja (ha pasado del 29.6% de hace una semana al 24.3% actual). Viendo estas probabilidades de subida de tipos, parece evidente que la FED no debería poner en peligro la recuperación de los mercados, y sólo una serie de datos macro mucho más fuertes de lo esperado podría dar argumentos para más subidas en la primera parte del año 2017. Por tanto, no parece que esté muy justificado que el dólar se fuese mucho más alto de los niveles actuales.
También la libra ayer comenzó un tímido rebote tras publicar datos de IPC mejor de lo esperado. Evidentemente con un desplome de la libra del 18% desde el Brexit, el encarecimiento de las importaciones debe pasar factura a la inflación. Hoy se han publicado buenos datos de empleo con la tasa de paro en el 4.9%. Es un dato incluso inferior a la fase final del ciclo de crecimiento económico de 2007. El gráfico de la evolución del paro merece la pena adjuntarlo, para comprender que quizás la libra no debería estar en mínimos históricos.
En el siguiente gráfico podemos ver la evolución de la libra frente al dólar. Vemos que se ha frenado en la línea que une los mínimos significativos del último año.
No soy experto en divisas y no quiero apuntar a que la libra debería revalorizarse o el dólar debilitarse frente al resto de divisas. Lo que quiero dejar claro en este informe es que, la menor volatilidad de las divisas sí que debería beneficiar a los mercados. Mañana tenemos reunión del BCE que podría generar volatilidad en el euro. Si finalmente el BCE "tranquiliza al mercado", entonces podemos decir que los inversores tendrán una incertidumbre menos a estudiar y centrarse más en la presentación de resultados macro y beneficios empresariales que, de momento, no están saliendo mal en términos generales.