El Banco de Inglaterra (BoE) acaba de dejar sin cambios, como lo hace desde abril de 2009, sus tipos de interés de referencia, que quedaron en el 0,5%, como también mantuvo su plan de compra de bonos.
Este es el dato más relevante del día hasta el momento, luego de un miércoles que quedará en el recuerdo para los mercados. Las Minutas de la última reunión de política monetaria de la Reserva Federal demostraron que sus miembros se encuentran aún lejos de cambiar, al menos en el corto plazo, su política de tasas bajas y, sobre todo, del dólar barato.
Precisamente, la preocupación del FOMC se situó, de acuerdo al comunicado, en la fortaleza que desde hace varios meses muestra la divisa norteamericana ante las divisas principales. Esta aceleración se puso de manifiesto en especial desde agosto pasado, luego de que el euro llegara, a mediados de mayo, a rozar 1,40, desde donde inició una rápida baja hasta el mínimo del viernes pasado, en 1,25.
La libra esterlina había hecho lo propio, luego de estar cerca de 1,72 pocos meses atrás, para caer de 1,60 sin muchas dificultades hace pocos días. Y el yen, que fue artificialmente devaluado desde el Gobierno de Japón, llegó a superar la cota de 110 unidades la semana pasada.
Esta situación preocupó a la Fed, y así lo manifestó. A ningún país le gusta ver que su moneda de aprecia en forma violenta, y Estados Unidos no es la excepción. Pero el mensaje más claro es que por ahora no piensa en cambiar la política monetaria, y mantendrá sus tipos de interés en los mínimos actuales de entre 0 y 0,25%, y la novedad principal parece ser el final de los planes de estímulo a la economía que, en distintas etapas, implementó el organismo.
Las acciones principales de Wall Street recuperaron en buena forma sus pérdidas de los últimos días luego del comunicado de la víspera. Y es lógico: el anuncio dejó en claro que las tasas seguirán bajas, el dólar volverá a bajar, aunque en forma atenuada, y las acciones mantendrán su plenitud actual durante un buen tiempo más.
La impresión que queda, a partir de ahora, es que se producirá una puja entre las monedas líderes. El euro lucha contra la realidad de la Eurozona, que no deja de proveer malas noticias, las cuales motivaron la fuerte baja de la moneda única.
Desde Reino Unido, la posibilidad de que los tipos de interés fueran aumentados en el muy corto plazo se desvaneció, aunque aparece muy probable para los primeros meses de 2015. Y el yen duda entre seguir cayendo, algo que efectivamente va a suceder a mediano plazo, y recuperar posiciones, hasta la zona de 104.50 aproximadamente.
El contexto aparece, pues, bueno para las operaciones en divisas. Los gráficos de 4 horas de los pares del dólar muestran sendas figuras de continuación de tendencia en contra de la divisa norteamericana, con acento en el par EUR/USD, que presenta una bandera con próximas resistencias en 1,2790, máximo del día hasta el momento, 1,2815 y 1,2835. Los soportes que siguen aparecen en 1,2730, 1,27 y 1,2680.
La libra esterlina, en tanto, presenta una marcada tendencia alcista en el gráfico de 4 horas contra el dólar, con resistencias en 1,6245, 1,6280 y 1,6305, 61,8% del movimiento 1,6520/1,5950. Los soportes a seguir se hallan en 1,6180, 1,6160 y 1,6125.
El yen, por su parte, también gana posiciones contra el dólar, y la impresión es que ha crecido en forma más lenta que las monedas europeas, por lo que aparece como la divisa que tiene más para ganar en las próximas horas.
El cruce USD/JPY presenta una tendencia bajista en el gráfico de 4 horas, con soportes en 107,35, 107 y 106,65; las resistencias, en cambio, se encuentran en 107,95, 108,25, 108,45 y 108,65.
Las peticiones semanales de desempleo, a las 8:30 del este, y la presentación del presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, a partir de las 11, son las referencias fundamentales a seguir durante la sesión americana.