EUR. El euro se debilitó ayer en una jornada perfumada con “eau de no riesgo” ante la reunión del Banco Central Europeo que tendrá lugar hoy. Los índices de gestores de compras de la Eurozona para octubre se publicaron ayer y sus datos adelantados mostraron que la tendencia bajista continúa. El PMI de servicios cedió casi 5 puntos desde su máximo de enero, hasta los 53,3 puntos, mientras que el PMI de manufacturas se desplomó incluso con más fuerza hasta los 52,1 puntos, nueve puntos menos que el máximo que alcanzó en diciembre. Dado que los 50 puntos indican el nivel neutral, estas lecturas siguen indicando expansión de la economía europea en el 4T, pero la ralentización del crecimiento económico no parece tan temporal como muchos esperaban. Hoy será el presidente del BCE, Mario Draghi, y sus compañeros de política monetaria los que tendrán que hacer frente a la aparente ralentización del crecimiento, a la inflación obstinadamente baja y a los insubordinados italianos. La coincidencia de estos riesgos crecientes parece una bofetada de doña Fortuna al BCE justo ahora que los tecnócratas de Frankfurt están a punto de abandonar el programa de compras de activos después de diciembre y ya empezaban a hablar de la primera subida de tipos en una década.
GBP. Theresa May está aguantando lo indecible y acaba de salir airosa una vez más de otra ronda de presiones de su propio partido. Los informes sugieren que el emotivo discurso de May ante el Comité de 1922 anoche consiguió enfriar los ánimos caldeados del partido Tory antes de que la tensión se desbordase. May sostuvo que el Partido Conservador debía cerrar filas en torno a ella por el bien de la nación, para evitar un Brexit sin acuerdo, mientras ella sigue negociando con la UE la solución irlandesa. Sin embargo, la libra no se mostró tan fuerte como May tras su discurso y anoche siguió cotizando cerca del mínimo diario. No se permitió el acceso de la prensa a la reunión de anoche en los Comunes pero toda la información que se filtró en forma de rumores llegó de la mano de diputados conservadores, que pueden haber exagerado el efecto del discurso de May en la unidad de su partido. En cualquier caso, los informes sugieren que hay luz al final del túnel, lo que ha favorecido que la libra haya arrancado esta mañana con buen pie.
USD. La corrección del mercado de renta variable del martes prosiguió ayer pero no consiguió hacer mella en el repunte del dólar frente a la mayoría de las divisas del G10 y de los mercados emergentes. El índice del dólar de Bloomberg, que compara al dólar frente a 10 divisas principales, ha superado sus máximos de julio de 2017. Parece que no hay ningún catalizador claro para el repunte de ayer, que comenzó antes de la apertura de Wall Street. No obstante, la rebaja de la tensión entre EE.UU. y Rusia tras la reunión de John Bolton con el presidente Putin sumada a las sorpresas positivas en los PMI de octubre seguramente contribuyeron a la revalorización del dólar. Solo dos divisas consiguieron batir al USD, el dólar canadiense, gracias a la reunión pro subidas de tipos del Banco de Canadá, y el JPY. En cuanto a los datos que se publican hoy en relación con el dólar, los pedidos de bienes duraderos de septiembre se conocerán a las 14:30 CEST.
CAD. El tono restrictivo del anuncio realizado ayer por el Banco de Canadá sacó al dólar canadiense de su letargo y lo empujó hasta la parte alta del panel de divisas del G10. Tal y como se esperaba, el Banco de Canadá dio el paso para ser el segundo gran banco central que se adentra en una verdadera fase de política monetaria postcrisis apuntando a subidas de tipos con el objetivo de alcanzar tipos de interés neutrales. Las declaraciones y las subidas de tipos anteriores del Banco de Canadá dejaron muchas puertas abiertas pero las declaraciones de ayer y el informe de política monetaria adoptaron un tono marcadamente más restrictivo. Ahora parece que el Banco de Canadá adoptará una senda de subidas de tipos que, en general, se parecerá a la de la Reserva Federal. La desaparición del riesgo del NAFTA probablemente ha sido el cambio más importante desde el informe de julio. De hecho, el informe de julio ya contenía todos los ingredientes del tono restrictivo del Banco de Canadá, a saber, optimismo por la economía y los datos salariales, pero las perspectivas de conflictos comerciales afectaban a la inversión interna.