Así, da gusto, un día tras otro cumpliéndose las previsiones tendenciales, tanto como para alimentar una rentabilidad promedio en las seis sesiones que llevamos de año de un 4,5% en el conjunto de los índices mundiales. Y es que, en cuanto el euro ha comenzado a ceder en las inmediaciones de la tremenda resistencia que plantea en los 1,2090, los índices europeos han encontrado excusa para abonarse a replicar la evolución de los de Wall Street.
Si sucede lo que en ocasiones precedentes (que el euro vaya a buscar la base del nuevo rango lateral, en 1,16), es previsible que continúe la verticalidad en los movimientos alcistas. Una de las cuestiones que más se me plantean en los consultorios es la conveniencia de operar en índices o en acciones.
Mi opinión al respecto es que hacerlo mitad y mitad suele ser una buena táctica. Un índice es más noble en su comportamiento (menos volátil), pero algunas de las acciones que componen esos índices van a replicar la tendencia por dos o por tres. ¿Por qué nos lo vamos a negar? Es cuestión de encontrar un equilibrio entre acciones de mayor o menor beta respecto del índice en cuestión.
EUR/USD
El par ya ha alcanzado la fuerte resistencia que presenta en 1,2090 y, como parecía previsible, está cediendo, aunque no aún de manera notoria. Ello no invalida el escenario que hemos venido defendiendo en las últimas semanas, pero sí lo pospone; aquél por el cual lo más probable, antes de continuar su camino al alza (por encima de 1,26, que es la proyección del canal de largo plazo), es que necesite de una mayor consolidación que lo devuelva a los entornos de 1,16.
