Análisis realizado al cierre del mercado estadounidense por Kathy Lien, directora general de Estrategia FX en BK Asset Management.
Ha sido otro día de vértigo en los mercados financieros, ya que los últimos titulares provocaron salvajes oscilaciones de las monedas y acciones. Tras las pérdidas de +2.000 puntos del Dow Jones de Industriales y el descenso del rendimiento de los bonos del Tesoro estadounidense, la Reserva Federal aumentó la liquidez a los mercados financieros. En un esfuerzo por contener el virus, el presidente Trump ha prohibido la entrada a todos los extranjeros de Europa (excepto del Reino Unido) durante los próximos 30 días. La confianza de los inversores se puede resumir en una palabra: indiferente.
La continua venta de acciones refleja la falta de confianza del mercado en sus líderes para contener el virus. A pesar de que descienden los nuevos casos en China y Corea del Sur, en Estados Unidos, que cuenta con la mayor economía y mercado financiero del mundo, se espera que el número de casos se eleve. Los eventos multitudinarios están siendo prohibidos, las empresas están empezando a probar el teletrabajo y las escuelas han cerrado hasta nuevo aviso. El CME detendrá su actividad este viernes y puede ser sólo cuestión de tiempo ser el NYSE eche el cierre también. Cuando se anuncie esto, habrá más ventas provocadas por el pánico. Lo peor del virus, y por lo tanto de los mercados financieros, está por venir, por lo que los inversores ni se inmutan ante los esfuerzos del banco central porque la volatilidad y la aversión al riesgo no van a ir a ninguna parte.
Al principio, las acciones subieron tras el anuncio de una liquidez de 1,5 billones de dólares de la Fed, pero los vendedores regresaron rápidamente e hicieron descender considerablemente las acciones porque estas medidas de liquidez están destinadas a normalizar las operaciones del mercado y no a estimular la economía. Por ejemplo, la Fed ampliará el rango de sus compras de bonos de diferentes vencimientos y ofrecerá 500.000 millones de dólares de liquidez a través de operaciones a 3 meses y 1 mes. Todo esto ayuda a aliviar el mercado de bonos, pero nada de esto ayuda a los resultados de las empresas ni a los consumidores. Al mismo tiempo, los estados y países están tomando medidas más drásticas individualmente para contener el virus. Los eventos a gran escala están prohibidos y las escuelas cerradas. Hasta ahora, el Gobierno de Estados Unidos ha ofrecido muy poco para calmar el mercado y la reducción del impuesto sobre los salarios y la prohibición de viajar del presidente Trump se han topado con críticas feroces.
El Banco Central Europeo también anunció medidas drásticas de liquidez para respaldar la economía, pero los inversores se sienten decepcionados porque los tipos de interés se han mantenido inalterados. El BCE impulsó su programa de compra de activos en 120.000 millones de euros, introdujo un nuevo programa de préstamos baratos que básicamente pagaría a los bancos hasta un 0,75% para prestar a las pequeñas empresas. También disminuirán los requisitos de capital para los bancos durante este período extraordinario. El EUR/USD ha caído hasta 1,1055 tras la decisión de los tipos de interés del BCE, pero repuntó hacia 1,12 al final de la jornada de Nueva York.
El dólar estadounidense ha subido en respuesta a medida que los bonos se estabilizan. Las divisas de economías más pequeñas como Australia y Nueva Zelanda han sido las más afectadas, pero nos sorprende que el dólar canadiense no pierda posiciones teniendo en cuenta la persistente caída de los precios del petróleo. Dadas las drásticas medidas adoptadas por los gobiernos de Asia y Europa para bloquear sus ciudades a expensas de sus economías, el primer trimestre será desastroso para la mayoría de los países. Una recesión global es casi segura, lo que dificulta la justificación de la compra de divisas de riesgo.