El frente polar que ha azotado a Estados Unidos en las últimas dos semanas ha elevado la demanda de gas natural a niveles récord y los precios a máximos de 17 meses. Con varias tormentas invernales consecutivas, el norte estadounidense ha sufrido la ola de frío con las temperaturas más bajas de las últimas dos décadas.
Las tormentas y el aire gélido han añadido volatilidad al mercadeo de las materias primas y los mercados de energía al contado, además de hacer peligrar las cosechas de trigo de las Grandes Llanuras y la zona central del país, disparando los precios del grano a su mayor nivel desde mediados de octubre.
El precio del gas natural ha subido más de un 20% en Nueva York desde el 1 de noviembre, y aunque firmas como BNP Paribas señalen que el factor frío está reflejado en el precio actual de los futuros, otras como Citi Futures anticipan el inicio de un período de temperaturas y flujos de almacenamiento volátiles, acompañado por picos y oscilaciones en los precios de la energía.
Si bien las capas de nieve protegen al trigo de invierno de los efectos del frío por unas cuatro horas cuando las temperaturas caen por debajo de -17 grados centígrados; los daños podrían hacer que al menos un 15% los cultivos no logren un potencial pleno en el verano, señalan meteorólogos de la firma MDA Weather Services.
Además, los comerciantes de trigo están en alerta roja puesto que la caída de las temperaturas complica tanto la descarga como el tránsito de barcazas en los ríos de la región central hasta las terminales de exportación del Golfo de México. El transporte de ganado a los mercados también se ha visto perjudicado por las temperaturas heladas.
La siembra de trigo de invierno probablemente fue la mayor en seis años alcanzando 43.5 millones de acres gracias a la mejora de la humedad del suelo y porque las elevadas garantías sobre los seguros de los cultivos animaron a los agricultores a expandir las cosechas.
Otra materia prima afectada por la ola de frío es el crudo, cuya producción bajó por la interrupción de las operaciones de perforación. Entre las firmas que anticipan subidas en los precios del petróleo a causa de esta situación se encuentra Commerzbank.
Las bajas temperaturas estimularon la demanda de energía a través del uso de termostatos para calentar hogares y empresas. La generación de electricidad representa el 32% del consumo de gas natural de EE.UU., según datos de la Administración de Información de Energía, y alrededor del 49% de los hogares estadounidenses utilizan el combustible para los calefactores.
Con tres meses de invierno todavía por delante, los riesgos meteorológicos significativos se mantienen en los balances (oferta y demanda) del gas natural, dando lugar a una mayor volatilidad, que de acuerdo con Barclays, sugiere movimientos al alza en los precios en las próximas semanas. Y, si bien por el momento las empresas de servicios públicos están absorbiendo el aumento de costes, a finales de año éstos podrían pasar al consumidor bajo la forma de subidas en el precio de la electricidad.