Los líderes financieros del Grupo de las 20 grandes economías se preparaban el viernes para debatir objetivos específicos para contener los niveles de deuda y los peligros potenciales de las últimas rondas de estímulo monetario de los mayores bancos centrales del mundo.
Los jefes de Finanzas también demandarían una rápida resolución a la fijación de guías para los instrumentos financieros referenciales como la tasa de interés Libor, tras el escándalo global por la manipulación de esos tipos.
Sin embargo, la revisión de las medidas de austeridad de las mayores economías sería uno de los principales temas. Las economías avanzadas, en especial en Europa, han llevado adelante fuertes planes de recortes de gastos para limitar su endeudamiento, pero esos esfuerzos han golpeado a sus economías, que ya sufrían por una fuga de capitales y subinversión del sector privado.
El comisionado de Asuntos Económicos y Monetarios de la Unión Europea, Olli Rehn, le dijo a Reuters en una entrevista que era necesario un periodo de menores gastos y endeudamiento para calmar a los mercados, alarmados por los descontrolados niveles de deuda de varios países, en especial de la periferia de la zona euro. Pero ese momento ya ha pasado, agregó.
“Se tomaron medidas decisivas. Ahora, tenemos que restaurar la credibilidad de corto plazo, que nos da la posibilidad de tener un camino más suave de ajuste fiscal en el mediano plazo”, agregó.
Estados Unidos se ha opuesto a comprometerse a un objetivo de deuda pública como porcentaje del PIB, una forma común de medir el nivel de endeudamiento de un país.
“Creo que un tema que va a aparecer (…) es el tema de los objetivos difíciles, o no, de deuda en relación al PIB”, dijo el ministro de Finanzas de Canadá, Jim Flaherty.
El debilitamiento de las economías que aplicaron las medidas de austeridad más severas ha minado el argumento de que esa es una buena salida de la crisis. Gran Bretaña, en particular, sufre su tercera recesión en cinco años.
Pese a ello, Flaherty instó al G20 a fijar objetivos severos a la deuda y el déficit, aunque agregó que las economías en problemas deberían avanzar más lentamente hacia un presupuesto equilibrado que otras.
El nivel sin precedentes de los estímulos monetarios diseñados para impulsar el crecimiento de las mayores economías, como Estados Unidos, la zona euro y Japón, ha generado preocupaciones sobre una excesiva fuga de capitales hacia las naciones en desarrollo.
En un comunicado emitido el jueves, el Grupos de 24 naciones en desarrollo, que incluye a Brasil, India, Sudáfrica y México, llamó a los países desarrollados a “tener en cuenta los efectivos negativos (…) de las políticas monetarias no convencionales prolongadas en el tiempo, incluyendo a la inflación y la volatilidad de los flujos de capital y de los precios de las materias primas”.
El Banco de Japón busca ponerle fin a décadas de estancamiento con una inyección de 1,4 billones de dólares a su economía, parte de cuyos recursos se espera que vayan a mercados emergentes.
“Hay un llamado de los miembros del G24 para tener una coordinación clara y una mejor comunicación con los mercados emergentes (…) para mitigar estas posibles burbujas en la apreciación de los activos. El consenso señala que se trata de algo que tiene que ser seguido de cerca”, dijo el secretario de Finanzas de México, Luis Videgaray.
Videgaray tiene motivos para preocuparse.
En los días posteriores al anuncio del Banco de Japón, por ejemplo, el peso mexicano subió un 2,5 por ciento frente al dólar a su mayor nivel en 20 meses. Contra el yen, el peso se apreció un 9 por ciento.
El gobernador del Banco de Japón, Haruhiko Kuroda, en respuesta a la agresiva política monetaria de su país que no veía burbujas en los precios de los activos “en ebullición en las naciones emergentes”.
Los ministros del Finanzas del G20 publicarán su comunicado el viernes cerca del mediodía. Allí, prevén encomendarle al Consejo de Estabilidad Financiera (FSB por sus siglas en inglés), una agrupación de reguladores financieros de todo el mundo, la supervisión de la reforma a los instrumentos referenciales como la tasa Libor, de acuerdo con dos fuentes familiarizadas con el tema.