Análisis realizado al cierre del mercado estadounidense por Kathy Lien, directora general de Estrategia FX en BK Asset Management.
En las próximas 24 horas, la agenda económica está repleta de datos que influirán en el movimiento del mercado, pero está por ver si las divisas responden o no a estos eventos. Habrá dos anuncios de política monetaria: uno en Japón y otro en el Reino Unido. Las cifras de empleo de Australia también se publican hoy, seguidas de los datos de ventas minoristas del Reino Unido. Las ventas de vivienda existente de Estados Unidos y el índice de la Fed de Filadelfia también están pendientes de publicación, pero estos informes no deberían tener mucho impacto en el billete verde. De hecho, las únicas monedas que podrían ver grandes movimientos son el dólar australiano, la libra y el dólar neozelandés. El dólar estadounidense subía el miércoles con respecto a las demás monedas principales excepto los dólares vinculados a las materias primas. El dólar canadiense fue el que mejor actuación ofreció gracias al aumento previsto del crecimiento del IPC. El par USD/CAD registró su cota más baja desde octubre y la fuerza de los movimientos de hoy indica que se avecinan más pérdidas.
Lamentablemente, la mejora de los datos de la eurozona y el Reino Unido no lograron impulsar el euro y la libra. La confianza empresarial de Alemania ha aumentado en el mes de diciembre según el IFO, pero el par EUR/USD no alcanzó la MMS de 200 días en el nivel de 1,1150 y volvió a encaminarse hacia 1,11. Los traders de libra ni se inmutaron ante la subida del IPC e hicieron descender el par GBP/USD por segundo día consecutivo. Si bien la victoria de Boris Johnson aporta cierto alivio para el Banco de Inglaterra, su adhesión al acuerdo de salida y su voluntad de abandonar la Unión Europea con o sin acuerdo indican que persiste la incertidumbre. En el último capítulo del drama del Brexit, la UE ha avisado de que podían bloquear el acuerdo del Brexit de Johnson por la cuestión de los derechos de los ciudadanos de la UE. Según Guy Verhofstadt, el coordinador del Brexit, quedan "problemas pendientes" y "todo el mundo da por hecho que el Parlamento Europeo dará automáticamente su consentimiento al acuerdo de salida. No si los restantes problemas con respecto a los derechos de los ciudadanos no se resuelven primero", dijo Verhofstadt el miércoles. "Los ciudadanos no pueden convertirse en víctimas del Brexit".
Mientras tanto, no se esperan cambios por parte del Banco de Inglaterra este jueves, pero el banco central podría insinuar una relajación de la política monetaria en 2020. La inflación es muy baja, pues descendió al 1,5% en octubre y se mantuvo en ese nivel en noviembre. Esto está muy por debajo de su objetivo del 2%. Desde la última reunión de política monetaria, la actividad de los sectores manufacturero, de los servicios y de la construcción se debilitó mientras el crecimiento de los salarios se desaceleró. Aunque se puede argumentar que estos informes no incorporan el posible retorno de la inversión empresarial y el repunte de la actividad tras las elecciones en el Reino Unido, el hecho de que estemos hablando de nuevo de un Brexit sin acuerdo significa que el Banco de Inglaterra no puede ser complaciente porque los riesgos no han disminuido. Es más que probable una relajación monetaria en el futuro y si el banco central hace hincapié en la baja inflación o en su lenta recuperación en su anuncio de política monetaria, el GBP/USD podría ampliar su caída por debajo de 1,30.
El dólar australiano también acapara la atención pues se publicarán las cifras del mercado laboral australiano: éste es uno de los informes económicos que más podría influir en el ritmo del mercado. Según los PMI, el crecimiento del empleo se está desacelerando y, si las cifras del mercado laboral lo confirman, reforzaría la inclinación a la prudencia del Banco de la Reserva. El par AUD/USD desciende por cuarta jornada consecutiva y, según las actas del Banco de la Reserva de Australia publicados esta semana, todavía hay margen para la relajación el año que viene. El dólar neozelandés ha subido considerablemente tras la mejora de los datos del PIB. Sin embargo, este positivo informe se vio ligeramente eclipsado por unos datos comerciales más débiles de lo esperado.