Hemos vivido un final y, en especial, un comienzo de año históricamente malo, con una macro de infarto. Muchos son los clientes con los que he compartido y comparto el día a día observando como han caído las bolsas y las dificultades que tienen para llevar a cabo algún tipo de movimiento. En una cosa coincidimos y es que, la foto actual, es la peor que tenemos desde hace años. Sin embargo, aunque sigue siendo pronto para decir que la tendencia ha cambiado de sentido, parece que el mercado ha recuperado sus constantes vitales, con una semana pasada en la que el saldo final resultó ser positivo, lo que nos permite ver el mercado con una mezcla de alivio y optimismo. Pero como bien digo, es todavía pronto para decir que el paciente esta recuperado y fuera de peligro. Sólo hemos dado el primer paso, que es el de la teórica estabilización.
Aplicado a nuestro índice, el IBEX 35, dos son los elementos técnicos que podría destacar de estas últimas sesiones: la ruptura de la directriz bajista del estricto corto plazo y el cierre del hueco de 8.877/54. Estos son dos pasos que teníamos que dar y que hay que consolidar para aspirar a metas mayores, ya que en el segundo de los casos, un mero cierre es un simple movimiento para continuar con las caídas. Alcanzar los 9.000 puntos y superar los 9.074 sería una consolidación en toda regla, lo que ya no nos llevaría a hablar solamente de estabilización, si no a creer en una posible recuperación que nos llevase a alejarnos de los temidos 8.206, entre los cuales ya tendríamos establecidos a los 8.405 y 8.516 como soportes intermedios de corto plazo.