¿Qué tal le habrá sentando la Semana Santa a las bolsas? Mañana vuelven después de unos días de descanso, tras unas últimas sesiones de consolidación, lo que en mi opinión resulta positivo, en la medida que no se pierdan los soportes más significativos. La ausencia de una verticalidad exagerada es síntoma de que la volatilidad se esta viendo reducida, lo que también lleva a un cambio en el tipo de inversor, pasando de los caza gangas a los inversores más largoplacistas, en busca de tendencia, lo que suma en estabilidad y soporte en bolsas. Y es que las caídas de los últimos días, tras las últimas confirmaciones alcistas en el corto plazo, sirve para que entre savia fresca en el mercado y eso va a suponer un mayor apoyo al cambo iniciado el pasado mes de febrero y ratificado hace unas semanas, gracias entre otras cosas, a la mano salvadora de Draghi.
Cojamos al IBEX. Como hemos dicho al principio del párrafo anterior, lleva unas cuantas sesiones consolidando el último gran salto del 10 y 11 de marzo y que permitió confirmar la directriz alcista de corto plazo. Este empujón marcó máximos en 9.217, lo que se convierte en el máximo a superar para proseguir sumando a este escenario. Como ya hemos comentado en algún otro análisis, irnos a los 8.600 para cerrar el gap abierto a comienzo del mes, puede ser el paso previo a irnos a por este nivel. No obstante, en caso de no ser suficiente soporte para nuestro selectivo, podríamos irnos un poquito más abajo, cerca de los 8.200 puntos, lo que podría dejar un poco fríos los ánimos alcistas.
