EUR/USD
La semana pasada, el euro volvió a ceder terreno, aunque esta vez fue menos, unos 50 pips, tras arrancar el lunes en 1,1720 y acabar el viernes 1,1670. Durante la primera mitad de la semana, vimos como el euro volvía a marcar mínimos no vistos desde julio del año pasado.
El lunes y el martes fueron días de caída para la moneda común. En la primera jornada, el euro cayó hasta el 1,16 y en la segunda hasta el 1,1509, nuevo mínimo de 2018. La incertidumbre en Italia tras la dimisión del primer ministro Conte y el auge en los rendimientos de los bonos empujaron la caída del euro. A la crisis en Italia, hay que unir la vivida en España por la moción de censura llevada a cabo contra el Gobierno de Mariano Rajoy, que ahonda la presión sobre la moneda única.
Sin embargo, durante la jornada del miércoles y parte del jueves, el euro comenzó a corregir gran parte de las pérdidas. El miércoles, los buenos datos de inflación y de desempleo en Alemania, unidos a los malos del PIB y el informe de la ADP estadounidenses impulsaron la recuperación del euro. El jueves, otra vez la misma tónica que el miércoles, un buen dato de inflación en la eurozona y uno malo de venta de viviendas pendientes en EE.UU. elevaron el euro hasta 1,1720, para luego corregir y quedarse en torno 1,1680 hasta el final de semana.
El jueves también se anunció que entrarían en vigor los aranceles de Trump, pero parece que la situación europea tiene el protagonismo en el par. El viernes el buen dato de las nóminas no agrícolas hizo que el dólar ganara 20 pips, aunque solo duró unos minutos y el par retornó a 1,1670.
Esta semana, en cuanto a datos económicos se presenta tranquila, únicamente mañana martes en EE.UU. tendremos el dato del PMI no manufacturero de ISM. Con esto, marcamos una zona de soporte de 1,1540 y resistencia de 1,1820.