El oro subió el viernes tras tocar mínimos de casi cuatro meses, aunque registró su mayor descenso semanal desde junio debido a la presión por la incertidumbre sobre el abismo fiscal en Estados Unidos y ventas técnicas de fondos de inversión al acercarse fin de año.
Los legisladores republicanos en el Congreso de Estados Unidos no apoyaron una propuesta para evitar el llamado “abismo fiscal”, reforzando las preocupaciones de que no se alcanzará un acuerdo sobre el presupuesto antes de fin año para frenar alzas de impuestos y recortes de gastos por 600.000 millones de dólares.
Los precios del oro cayeron inicialmente junto con los del petróleo debido a una menor demanda de las materias primas que operan en dólares por los compradores que utilizan euros. El lingote, sin embargo, se recuperó en las operaciones de la tarde para cerrar con una leve alza.
El oro al contado cotizaba cerca de los 1.656 dólares la onza, un avance respecto de los 1.647 que alcanzó al cierre de la sesión del jueves y frente al mínimo intradiario de 1.635,24 dólares. En la semana, el oro perdió un 2,4 por ciento, su mayor descenso desde la semana del 24 de junio.
Pese a una reciente ola vendedora, el oro acumula un alza de alrededor del 5% en el año, con lo que sumaría su duodécima alza anual consecutiva impulsado por los programas de estímulo cuantitativo de EE.UU., las preocupaciones sobre la estabilidad financiera de la zona euro y una diversificación de los bancos centrales hacia el metal precioso.