El ser humano cuando está inmerso en una crisis económica fuerte siempre espeta lo mismo: "Como esta crisis no ha sido ninguna. Jamás volveremos a vivir como antes" . Ya saben todo eso de la economía cíclica, ¿verdad?, y también aquello de la saturación de los mercados, y qué les voy a decir de burbujas que se inflan y luego explotan.
Al hilo del título del artículo, intento transmitir y al menos hacer comprender que, "la actualidad no es más que un eructo de la historia", cuyo origen proviene de diferentes empachos. Nunca se cocina igual y más si los años han pasado, pero por bien que se cocine, sea donde sea, y pase el tiempo que pase, hay algo que suele aparecer con frecuencia cuando esa comida ha hecho estragos en nuestro proceso digestivo, y esto es el eructo. Tal cual, como en economía.
Verán, si releen el capital de Karl Marx, que data del S.XIX, éste ya anotaba factores que hoy día son consecuencia de esta crisis, literal "No se venden mercancías para adquirir mercancías, sino para sustituir la forma mercantil por la dineraria... El dinero se petrifica en tesoro, y el vendedor de mercancías se convierte en atesorador". Se darán cuenta de que esta es una de las causas de esta y de todas las crisis. Es el sofrito de toda buena cocina, la base.
Allá por mayo de 1999, la Universidad Complutense editaba un libro: Del 29 a la crisis asiática de Juan Hernández Andreu, donde pretendía buscar una fórmula para conocer y predecir tendencias por medio de indicadores y modelos econométricos. Quería adelantar juicios acerca de la futura marcha de indicadores y por tanto de las economías. Trataba de enlazar paralelismos entre lo sucedido entre 1929 y la crisis asiática, con apéndices como la crisis del petróleo, procesos entanflacionarios,etc.
Aquí hay que decir que, aunque la receta la sepas de tu abuela, cuando la haces tú no sale igual, aunque seas un excelente cocinero y la sigas a rajatabla. Si hablamos de recetas, les daré una : El crack del 29 de John Kenneth Galbraith, célebre y prestigioso economista que escribió esta obra en los años 50 donde explicaba las causas y consecuencias del crack del 29. Les invito a que lean esta obra y saquen sus propias conclusiones. Como ven, la ortodoxia es buena como recopilantes recetarios pero nos faltan cocineros.
Antes de eso, hagamos un guiño a lo místico, que haberlo haylo. Una apuesta por el futuro: predicciones y profecías económicas de Antonio Pulido, ed.pirámide. Ya en 1998 dudaba entre económetras o adivinos atreviéndose a hacer predicciones futuras. Hoy, todas erróneas. Mal cocinero, queda claro.
Mi conclusión, leyendo a heterodoxos, neoclásicos, optimistas, keynesianos, ortodoxos, magos y leñadores como el propio Santiago Niño Becerra en Más allás del crash es el ser-en-si y el ser-para-sí de Jean Paul Sartre y más concretamente "La autenticidad como alternativa y la libertad como fundamento de valor" y la actitud de "buena fe" como conciencia de la libertad como único fundamento de todos los valores. Es el antídoto de todos los males.