En la fecha, se cumplen 6 años del estallido de la crisis financiera que azotó a gran parte del mundo, y de la cual aún varios países están tratando de salir.
El panorama, pasado este tiempo, es radicalmente distinto en los países centrales, sobre todo en Estados Unidos, desde donde se derramó la crisis hacia el resto del planeta.
Con señales de incredulidad, las autoridades de la Fed de entonces, comandada por Ben Bernanke, en primer lugar subestimaron la situación, dejando caer al banco de inversión Lehman Brothers, y salvando en última instancia a AIG, la aseguradora que oficiaba de garantía para gran parte de los préstamos hipotecarios que fueron el detonante de la crisis.
Las consecuencias, en términos de tipo de cambio de los pares de divisas principales, aún siguen vigentes: recién hace unos meses el dólar logró ganar la pulseada ante el euro, la libra Esterlina y el yen, sus rivales directos, y con la perspectiva de que siga creciendo en los próximos meses.
Los tipos de interés fueron reducidos al mínimo por los bancos centrales de Japón, Europa, Inglaterra y la Fed, en una acción coordinada y sin precedentes. Y precisamente, en estos meses la atención de los mercados se basa en la posibilidad de que esta política monetaria comience a ser modificada próximamente.
Esta semana ofrece como principal atractivo la reunión de política monetaria de la Fed, que probablemente de alguna pista sobre el momento que elegirá para aumentar en forma gradual su tasa de interés de referencia, actualmente entre el 0 y 0,25%. De manera tal que esperamos movimientos muy tranquilos tanto el lunes como el martes, en una continuación del comportamiento que el mercado de divisas está ofreciendo en las últimas jornadas.
Pero también aparece un elemento de características históricas, y que tendrá lugar el próximo jueves: el plebiscito que se llevará a cabo en Escocia mantiene en vilo no solo al gobierno británico, sino también a los inversores, que tienen en su foco a la libra Esterlina. Las autoridades inglesas ya advirtieron a Escocia que la libra dejará de ser su moneda si estos se independizan de Reino Unido, algo a lo que el pequeño país del Norte se rehúsa. Las presiones de los últimos días parecen estar surtiendo efecto, y las encuestas muestran que finalmente Escocia no cambiará de rumbo político. En cualquier caso, cuidado con las posiciones en libras, el jueves será un día para mirarla desde afuera.
El resto de las monedas, precisamente a la espera de los anuncios de la Fed, no ofrece cambios, y se mueve en rangos de precios muy estrechos. El euro no logra superar 1,2955, valor cuyo quiebre estiraría sus ganancias a 1,30, y se mueve en la zona de 1,2930, sin que esperemos cambios importantes durante el resto del día.
El yen, por su parte, gana posiciones ante la libra Esterlina, siendo este cruce el único que ofrece oportunidades de corto plazo, con una tendencia bajista recién estrenada.
El dólar australiano, por su parte, trata de no perder su cota de 0,89, luego de caer en el inicio de la semana, producto de malos datos de producción industrial de China, que impactan directamente en el aussie desde hace varios meses.
Y el dólar canadiense parece encontrar ahora una tendencia bajista de mediano plazo, movimiento que esperábamos desde hace meses, y que puede llevar a su precio a la zona de 1,15 en los próximos meses.
En la sesión americana del lunes, se esperan como referencias importantes el índice manufacturero del Estado de Nueva York a las 8:30 del este, y los índices de producción industrial y capacidad de utilización, a las 9:15.